José María y Corina lo habían conversado en alguna de su tardes de té y facturas: toda muerte engendra ausencias y cada ausencia es un pedazo de muerte que se adhiere para siempre a nuestra piel de solos.
(De El perpetuo exiliado, 2016).
Mostrando entradas con la etiqueta Crítica literaria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Crítica literaria. Mostrar todas las entradas

domingo, noviembre 11, 2018

La novela ecuatoriana en el siglo XX, revisitada por la crítica Alicia Ortega Caicedo


           
Alicia Ortega Caicedo, autora de una obra monumental: Fuga hacia adentro. La novela ecuatoriana en el siglo XX. (Foto de Carina Acosta, El Telégrafo)
En 1948, Ángel Felicísimo Rojas publicó La novela ecuatoriana, un ensayo que marcó no solo la visión de la literatura producida hasta entonces, sino también el camino de la crítica sociológica. Sus juicios, inscritos en la disputa entre una visión liberal y otra conservadora, atravesados por militancia socialista del propio Rojas, fueron referentes obligados para el estudio de nuestra novelística.
En 2018, Alicia Ortega Caicedo ha publicado Fuga hacia dentro. La novela ecuatoriana en el siglo XX. En su libro, Ortega se interesa por la compleja relación entre literatura y crítica: «Lo que está en juego es una forma de comprender la construcción del sujeto en el lenguaje: el sujeto que lo enuncia y el sujeto referido en él. Lo que está en juego es el lugar del sujeto en el mundo que ese lenguaje construye en el relato, así como el lugar del sujeto en el mundo que hace posible ese lenguaje».
Ortega evita la visión panorámica y, desde una posición arriesgada pero necesaria, selecciona textos que, a su criterio, marcaron hitos en el devenir de nuestra novelística. Dicha selección es una decisión crítica que, sin proponérselo, construye un canon literario que posibilita nuevas lecturas. Al mismo tiempo, ella implementa un discurso que dialoga con otros ensayistas que, a lo largo del siglo veinte, han sido parte de nuestra tradición crítica.
            El segmento final «¿Desde dónde nos leemos?» es una lúcida revisión de lo que significa leer nuestra literatura como un proceso que se inserta en una tradición. Ella señala que esta construcción se ha dado con debates intensos, como el de Gallegos Lara y Palacio en referencia a las tareas políticas del escritor y la noción de literatura, concluyendo que «la mirada de ambos corresponde a la del ‘expositor’, para quien la realidad es ‘repelente’».
            Ortega ajusta cuentas con aquella tendencia crítica de los noventa que se pretende “extraterritorial”, incrustada en las “ilusiones de la globalización”. Dicha tendencia se ancla en un discurso excluyente en el que lo local y la tradición son categorías vistas como negativas mientras que lo cosmopolita y la modernidad es lo deseado. Ortega desnuda el sentido maniqueo de tal planteamiento: «Asimila toda referencialidad al país como una tarea de instrumentalización de la literatura, así como toda perspectiva subjetiva es leída como ‘voluntad estilística’ y ‘acabamiento formal’». Además, demuestra que los postulados de dicha tendencia se anclan en los treinta como si nada más hubiese ocurrido en nuestra literatura durante el siglo.
            Fuga hacia adentro. La novela ecuatoriana en el siglo XX, de Alicia Ortega, es una obra monumental que reflexiona y pasa revista a la producción novelística del Ecuador durante el siglo pasado. El ensayo de Ortega, por la seriedad de su investigación, por la fuerza de sus argumentos, y por su escritura diáfana y fluida, está llamado a convertirse en la continuidad y superación de la obra de Rojas, para entender la novela del siglo veinte en Ecuador.

sábado, agosto 11, 2018

Michael Handelsman: ecuatoriano por lecturas


Michael Handelsman (New Jersey, 1948). El XX Congreso de Ecuatorianistas rindió homenaje a su trabajo crítico sobre la literatura del Ecuador. Foto Lylibeth Coloma, El Telégrafo.

      En 1978, Michael Handelsman escribió: «rara ha sido la crítica dedicada a la producción literaria en prosa de las mujeres». Handelsman partió de las suposiciones erradas que la crítica de entonces sostenía al respecto, e investigó en fuentes primarias; luego sistematizó, por primera vez en Ecuador, el estado real de la producción, tanto en prosa como en ficción narrativa, escrita por mujeres. El resultado fue Amazonas y artistas, su primer libro, en el que muestra y reivindica, desde los textos, el discurso literario de las mujeres escritoras.
      Después, en 1981, le tocó el turno a los prejuicios que se tenían sobre el Modernismo en nuestro país. ¿Cuáles eran los criterios imperantes en la crítica? Se sostenía, entonces, que el modernismo fue un movimiento de producción tardía y de una única tendencia aristocratizante. Nuevamente, Handelsman investigó en los archivos: trabajó con las revistas literarias y demostró que el modernismo se desarrolló en nuestro país a la par que en Hispanoamérica y que se expresó en diversas tendencias hasta finales de los años veinte. Hoy, El modernismo en las revistas literarias del Ecuador: 1895-1930. Ensayo preliminar y bibliografía, es un libro imprescindible para el debate sobre tal movimiento en Ecuador.
Otro interés de Handelsam ha sido el tema afro ecuatoriano y la cuestión plurinacional. En 1999, la Universidad de Mississippi publicó Lo afro y la plurinacionalidad: el caso ecuatoriano visto desde su literatura. El libro se abre hablando de Adalberto Ortiz, Nelson Estupiñán Bass, y Antonio Preciado. Sostiene el crítico que el proyecto literario de aquellos autores, que «han procurado superar esquemas localistas parece haber dado lugar a una especie de lectura de apropiación cultural que, en no poca medida, ha desarmado doblemente dicho proyecto». Más adelante, aclara que no se puede responsabilizar a dichos escritores por «las lecturas de apropiación cultural». Lo principal es que Handelsamn, nuevamente en el devenir de nuestra crítica, introduce criterios inéditos alrededor del tema.
También estudió la obra de un icono de la cultura ecuatoriana: En torno al verdadero Benjamín Carrión (1989), que completó con El ideario de Benjamín Carrión (1992), y Benjamín Carrión: el pensamiento fundamental (2007). La figura de Benjamín Carrión es definida como la de un socialista utópico que, desde una visión eurocéntrica, contribuyó de manera sustancial a la cultura nacional; y que «toda su obra gira en torno a intuiciones, emociones y pasiones». Finalmente, en su libro Leyendo la globalización desde la mitad del mundo. Identidad y resistencias en el Ecuador (2005), Handelsman exploró las manifestaciones artísticas en dos direcciones: el mundo, desde el país; la producción local, desde lo global.
El XX Congreso de Ecuatorianistas reconoció, semanas atrás, en Michael Handelsman (New jersey, 1948), a un ecuatoriano por lecturas, que participa, de manera fundamental, en la tradición y el debate críticos sobre nuestra literatura.

Con Michael Handelsman. Conversatorio sobre su obra, durante el XX Congreso de Ecuatorianistas, en la Universidad de las Artes, Guayaquil, 19 de julio de 2018.

Publicado en Cartón Piedra, revista cultura de El Telégrafo, 03.08.18