José María y Corina lo habían conversado en alguna de sus tardes de té y facturas: toda muerte engendra ausencias y cada ausencia es un pedazo de muerte que se adhiere para siempre a nuestra piel de solos.
(De El perpetuo exiliado, 2016).

lunes, abril 14, 2025

«Adolescencia»: un espacio de debate para la comunidad educativa

           

Al fondo, Owan Cooper como Jamie Miller; en primer plano, Stephen Graham como el padre.

Ha sido alabada por el uso extraordinario del plano-secuencia y las actuaciones destacadas del debutante Owan Cooper como el adolescente asesino Jamie Miller, de Stephen Graham, que también es creador de la serie junto con Jack Thorne, en el papel del padre, y la de Erin Doherty en el de la psicóloga juvenil que, en el tercer episodio, sostiene una larga entrevista con Jamie que disecciona el perfil del victimario. Adolescencia, dirigida por Phillip Barantini, más allá de su impecable cinematografía, es una serie de cuatro capítulos que abre un espacio de debate para la comunidad educativa sobre temas cruciales como la masculinidad tóxica y las redes sociales, la violencia como producto del acoso escolar y la función de la escuela y la familia en la formación de la niñez y la juventud.

            La serie alerta sobre el problema de la machósfera (manosphere) que es, en términos generales, una red de sitios web, blogs y foros que promueven la misoginia y culpan al feminismo y a las mujeres de haber convertido a los hombres en miembro del oscuro movimiento de los incels (abreviatura de involuntary celibate), al decir de BBC News Mundo. Esto incide en el desarrollo de una masculinidad tóxica que se manifiesta en la ira y la violencia contra las mujeres a quienes en la machósfera se acusa de ser las causantes del “fracaso sexual” de los hombres por su conducta avariciosa, promiscua y manipuladora. Lo que no se enfatiza en la película es que la machósfera es un espacio cultural utilizado por la ultraderecha neofascista, aunque se menciona de paso al autoproclamado influencer misógino Andrew Tate, acusado de violación, tráfico de menores y blanqueo de capitales en Reino Unido, Estados Unidos y Rumania. En el artículo «El movimiento incel: la peligrosa radicalización digital que fomenta el odio hacia las mujeres», publicado en su portal digital, Amnistía Internacional ha denunciado, además, el modelo de negocio de las grandes corporaciones tecnológicas digitales que permite que:

 

[…] los discursos misóginos, el machismo, la desinformación sobre género, feminismo y violencia de género pueden difundirse y amplificarse mucho más rápido que los contenidos educativos o los mensajes que promueven la igualdad, creando espacios donde el odio hacia las mujeres se normaliza, la violencia simbólica se trivializa y el machismo se convierte en tendencia.

 

            Asimismo, la serie resalta las consecuencias del acoso escolar y la incapacidad de la institución educativa para enfrentarlo y controlarlo. Lastimosamente, la serie no le da voz a la víctima ni a quienes llevan duelo por ella y, por el contrario, lo poco que nos cuenta de ella la hace ver como una abusadora, y si bien todo el cuarto capítulo trata sobre el drama que vive la familia del joven asesino, la familia que lleva el duelo por la muerte de la hija no aparece. Habría que aclarar que la serie no es un documento sociológico sino una ficción audiovisual por lo que no adecuado exigirle la precisión que se le exige a un artículo académico, aunque sea importante señalar sus falencias para enriquecer los puntos del debate educativo.

           

Erin Doherty como la sicóloga juvenil que nos devela el perfil de Jamie.

¿Por qué tanta atención al victimario? Pues, porque cuando un adolescente de 13 años asesina con ira a una compañera de colegio, la sociedad entera debe preocuparse y preguntarse el por qué. En primer lugar, existe la responsabilidad personal de Jamie y ese punto se desarrolla magistralmente en el tercer capítulo; luego, está una escuela que no logra entender la brecha generacional entre docentes y estudiantes ni la cultural digital, que no puede contener la violencia que implica el acoso escolar y es incapaz de proteger a las víctimas; y también está la familia, cuya dinámica amorosa es inútil frente a la realidad social en la que está imbuida. Todo lo dicho en el marco de la cultura exitista, amoral y patriarcal de una sociedad signada por el capitalismo de consumo (moda, lugares, sexo, etc.) y un capitalismo de imagen, en el que el retrato de uno mismo se difunde en las redes para lograr la mayor acumulación de likes, lo que da la sensación de aceptación popular.

En síntesis, Adolescencia es una serie recomendada para la realización de foros de la comunidad educativa, que incluya estudiantes del bachillerato, en los que se discutan la estética del cine, la ética implícita en el arte, los problemas de la escuela y la familia frente a la toxicidad de las redes sociales, la nueva función de la docencia en la era digital, la necesidad de una educación sexual integral que confronte las conductas patriarcales, etc. Vale la pena aprovechar una producción que, como pocas, conjuga la calidad cinematográfica que le imprime un gran contador de historias como es Barantini, según el escritor y crítico cinematográfico Marcelo Báez, con el tratamiento profundo de un drama social que nos compete a todos.

lunes, abril 07, 2025

¿Por qué ratificar la prohibición del uso de teléfonos inteligentes en el aula?


Imagen tomada del portal Éxito educativo. Información educativa y gestión.
            La ministra de Educación, Alegría Crespo, anunció a finales de enero de este año que prohibiría el uso de dispositivos móviles en el aula a partir del año lectivo, ciclo Costa, que empieza en mayo. Según el portal Dialoguemos. La academia en la comunidad, la ministra dijo que «Desde Inicial hasta Décimo no pueden usarlo, y en Bachillerato solo se permitirá para proyectos e investigaciones». Hasta el momento en que escribo esta reflexión, la ministra no ha emitido el acuerdo que norme su declaración y que modifique la regulación vigente sobre el uso de teléfonos inteligentes en el aula que existe desde hace once años. El artículo 3 del Acuerdo Ministerial 070-14 del 17 de abril de 2014, suscrito por el exministro Augusto Espinosa, dice: «La utilización de teléfonos celulares en el aula, para fines pedagógicos, será autorizada por el docente única y exclusivamente a estudiantes de Educación General Básica Superior y Bachillerato». El Acuerdo 070-14, además, especifica las actividades en el aula para uso del móvil, sus usos prohibidos y la sanciones, así como indicaciones para las autoridades de las instituciones educativas. La modificación propuesta por la ministra Crespo es que el teléfono inteligente solo se podrá utilizar en Bachillerato.

            En el portal de la Unesco, en una nota que pasa revista a la evolución de la normativa en el mundo sobre el uso de los teléfonos inteligentes en el aula, se cita «el Informe Mundial de Seguimiento de la Educación de 2023 [que] abogó porque la tecnología se utilice en clase solo cuando apoye los resultados del aprendizaje. Este mensaje incluye el uso de teléfonos inteligentes». La Unesco informa que, la finales de 2024, 79 sistemas educativos en el mundo (el 40%) han prohibido el uso de móviles en la escuela, con la excepción, en ciertos países, para estudiantes que requieran monitoreo por condiciones de salud.

 

            

En marzo de 2025, la ONG Argentinos por la Educación publicó en su portal web el informe «Celular en el aula: uso, distracción y aprendizajes», que analiza las respuestas de los alumnos de 15 años que participaron en las pruebas PISA 2022 sobre el uso de los dispositivos digitales en la escuela. Dos de los resultados más relevantes es que el 54% de los estudiantes se distrae con dispositivos propios y el 46% se distrae por el uso que hacen otros compañeros de tales dispositivos. Ambos porcentajes son los más altos de entre los 80 países que participaron en aquellas pruebas.

En la ya citada nota del portal Dialoguemos se informa que el Ministerio de Educación realizó un estudio de percepción en las nueve coordinaciones zonales y que, al consultar al estudiantado al respecto, el 77% considera que el celular es un distractor; el 82% de los docentes percibe que el uso del celular tiene un impacto negativo en el aprendizaje y el 83% considera que su uso es meramente para entretenimiento. Como contrargumento, una de las razones que se esgrime para tener un celular en el aula es el tema de la seguridad, aunque no está clara la eficacia de su uso para dicho fin.

 

           

El teléfono inteligente es un dispositivo digital que, al mismo tiempo, es cámara fotográfica, filmadora, grabadora, calculadora, tiene acceso a Internet, alberga las aplicaciones de WhatsApp y redes sociales, y de inteligencia artificial, etc. Las preguntas que debemos hacernos quienes somos docentes es si este artefacto tecnológico es indispensable o, al menos, necesario en el aula, cuáles son las condiciones para su uso (característica técnicas del artefacto, conectividad gratuita en la escuela, plan de voz y datos privado, etc.), y si los problemas que acarrea su uso, además de ser un elmento altamente distractivo (las facilitadades para la deshonestidad académica, el phubbing o ningufoneo, el ciberacoso, la violación del uso de la imagen personal, etc.), tienen menos incidencia en la niñez y adolescencia que la supuesta ventajada de su aprovechamiento tecnológico. En este marco, recordemos que el laboratorio, la biblioteca y el libro, y la observación de campo, son los espacios primarios para desarrollar una cultura de la investigación en la escuela. En este sentido, el gremio del magisterio, en la entrada «¿Prohibir el uso de celulares en el aula: demagogia o realidad?» del portal institucional de la Unión Nacional de Educadores, más allá de su acostumbrado tono confrontativo, señala que una de las medidas que deben acompañar esta decisión es el fortalecimiento de biblioteca y actividades extracurriculares:

 

Varios países están adoptando este tipo de medidas. Pero a la vez están también adquiriendo más libros. Una realidad contraria a la nuestra, donde las bibliotecas de escuelas y colegios siguen siendo desmanteladas. Es necesario un plan con el respectivo financiamiento para recuperar las bibliotecas y su personal, así como las actividades extracurriculares (deportes, ajedrez, montañismo, oratoria, periodismo…) Estas medidas deben ir acompañadas por un segundo plan donde la prohibición del celular sea a la vez un desafío para apuntar a digitalizar las aulas con sentido humano y pedagógico.

 

Finalmente, otro asunto que hay que considerar es que el uso del teléfono inteligente se ha convertido en una alarmante adicción que ya es un problema de salud pública que tiene que ser abordado de forma holística. Así, la restricción de su uso en la escuela debería estar acompañada de una restricción similar, bajo las condiciones particulares de la esfera doméstica, en cada casa, siempre en función del cuidado de la salud mental, según un estudio de The Economist reseñado por el portal Infobae. La Unesco, en la entrada «To ban or not to ban» de su portal institucional, concluye:

 

Los estudiantes necesitan aprender los riesgos y las oportunidades que conlleva la tecnología y no estar completamente exentos de ellos. Sin embargo, los países deben brindar una mejor orientación sobre qué tecnología está permitida en la escuela y cuál no, y sobre su uso responsable. Solo la tecnología que desempeña un papel claro en el apoyo al aprendizaje debería permitirse en la escuela. [Énfasis añadido]

 

En síntesis, si bien no habrá uninimidad al respecto, ratificar la vigente prohibición del uso del teléfono inteligente en el aula —con la modificación relativa a permitir su uso, en actividades de aprendizaje debidamente planificadas, solo para el bachillerato— es una medida adecuada en términos educativos. No obstante, hay que considerar los usos pedagógicos como parte de las tareas escolares y la búsqueda de información de referencia para trabajos de investigación para los que se cuenta con los dispositivos digitales, incluidos el teléfono inteligente. Asimismo, es importante acompañar la difusión del acuerdo ministerial respectivo con una guía para la comundiad educativa que, de forma didáctica, explique la necesidad de cooperación de la escuela y la casa en lo que tiene que ver con la salud mental y los procesos de aprendizajes frente a la restricción del uso de los teléfonos inteligentes en la niñez y la adolescencia.

lunes, marzo 31, 2025

Construcción de políticas culturales

          


Las políticas culturales, en el campo de las expresiones artísticas y la preservación del patrimonio, no se construyen aisladas de las políticas sociales y económicas. Las políticas culturales, además, se extienden más allá del período de un gobierno y para su plena realización y permanencia se requiere de un acuerdo que permita señalar las necesidades básicas, un trabajo continuado para lograrlo y una evaluación permanente de su ejecución. Si bien habrá hitos novedosos, ninguna política nace de la nada y todas se construyen desde un acumulado histórico, por lo tanto, en medio de una declaración de emergencia del sector cultural, hay que mirar con atención aquello que nos hace falta en fortalecimiento de los subsistemas básicos, descentralizar y desconcentrar la gestión, y preservación patrimonial.

            La declaratoria de emergencia de un sector, en este caso, el sector cultural, puede resultar positiva porque permite movilizar recursos extrapresupuestarios, intervenir con mayor rapidez en sus necesidades, y, por tanto, priorizar tareas que requieren recursos y atención inmediata. Por supuesto, habría que definir cómo las políticas culturales se articularían, por ejemplo, con las políticas educativas, incluidas las relacionadas con las de educación superior en artes. Asimismo, habría que señalar, técnicamente, qué tareas requerirían una ejecución inmediata. Para todo ello, la convocatoria a un diálogo nacional es imprescindible, porque en ese diálogo se debería empezar por escuchar aquello que tienen que decir las personas que han investigado y reflexionado académicamente sobre la cultura, la gestión cultural, sus modelos, los desafíos que enfrentan, etc.

            Me atrevo a señalar que, para atender al subsistema de la Memoria Social y el Patrimonio Cultural, resulta indispensable fortalecer y expandir la Red Nacional de Bibliotecas, de tal manera que las bibliotecas públicas y las privadas, según sus reglamentos, se conviertan en espacios al servicio de la ciudadanía para un acceso pleno al libro, con modernos sistemas de préstamos para la casa, y circulación de libros en préstamos entre bibliotecas. Además, con una inversión adecuada, aquellas bibliotecas que hoy tienen locales propicios, y aún no lo han hecho, pueden transformarse en centros culturales comunitarios cuyas actividades vayan desde la animación a la lectura hasta talleres de diversas artes para todas las edades. Una experiencia de esta naturaleza, por ejemplo, se desarrolló en Medellín en la primera década del siglo veintiuno como un elemento que contribuyó significativamente a restaurar el tejido social y a reducir la violencia. Asimismo, el fortalecimiento de la red de archivos y de museos requeriría una intervención que mirase las necesidades de la investigación académica y de la formación estética de la ciudadanía, respectivamente.

            ¿De qué manera descentralizar la gestión? Las sedes provinciales de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y las direcciones de Cultura de los GAD son los espacios institucionales que podrían convertirse en los planificadores y ejecutores de la gestión cultural local, con un mejor y mayor financiamiento, toda vez que los presupuestos, sobre todo de las Casas provinciales, ha venido menguando. Por supuesto, en aquellos sitios en que, por razones del desarrollo inequitativo del país, no existan todavía las condiciones materiales para ello, el Ministerio de Cultura y Patrimonio, MCyP, tendría que intervenir creando las condiciones para que aquello se dé en un momento dado.

Por su parte, el propio MCyP podría desarrollar procesos de fortalecimiento para la planificación y acción desconcentrada, con un mayor financiamiento de la programación, de los teatros (por ejemplo, el teatro Benjamín Carrión, de Loja, o el Centro Cívico, de Guayaquil), las sinfónicas y la Compañía Nacional de Danza. En esta línea, es importante culminar el proceso de restablecimiento del Instituto de Cine y Creación Audiovisual, ICCA, y el Instituto de Fomento para las Artes, Innovación y Creatividad, IFAIC.

            Finalmente, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, INPC, es una institución que tiene un enorme acumulado histórico en el ejercicio de conservación del patrimonio, de investigación académica y de defensa del patrimonio ante el tráfico de bienes culturales. El INPC es una institución a la que debemos cuidar y dotar de todos los instrumentos administrativos, legales y financieros que requiera para cumplir cada vez de mejor manera su misión. Tal vez esté planteando algo obvio, pero resulta que la descentralización de la preservación patrimonial en manos de los GAD requiere de la asesoría y fortalecimiento de capacidades por parte del INPC, que las ofrece tanto a las instituciones como a los propietarios y custodios de los bienes patrimoniales. Para este trabajo conjunto, se requiere voluntad política y financiamiento.

            En síntesis, los procesos de construcción de las políticas culturales deben basarse en un diálogo nacional de los actores culturales, tanto públicos como privados. La experiencia académica de los investigadores y de los observatorios tiene que atravesar estos diálogos. Y, finalmente, las instituciones más adecuadas para convocarlo son el MCyP, la Casa de la Cultura Ecuatoriana y los GAD.


lunes, marzo 24, 2025

De teatreros guayaquileños y el arte de la fotografía en la realidad de la ficción


La actriz Rossana Iturralde

«Los teatreros podrán no estar en la memoria, pero están en la historia. / La historia es la memoria hecha ficción. / La memoria se pierde en la realidad. / La historia la sobrevive […] Para eso la fotografía: / cosifica la memoria / y la hace historia»[1]. En su hermoso libro La ficción de un rincón del horizonte (1979-1994), Jorge Massucco nos entrega no solo una memoria en imágenes de quince años de la escena teatral guayaquileña, sino también una profunda reflexión poética sobre la ficción, la realidad y el arte de la fotografía.           

            Este libro, cuidado con amor, es una muestra del trabajo de una familia de artistas visuales (Marina Paolinelli y Diego Massuco Paolinelli acompañan a Jorge en esta aventura) con la colaboración, en la conceptualización visual y el cuidado editorial de Mario Rodríguez Dávila y Bertha Díaz, respectivamente, que editaron Las fotos del obrero (2023). El archivo fotográfico que expone este libro es en sí mismo una joya de la memoria que quienes estudian la historia del teatro en Guayaquil debería considerar como la base de cualquier investigación académica. Un archivo de esta naturaleza da cuenta, por un lado, de la presencia permanente del fotógrafo en las obras teatrales y, por tanto, de un testimonio visual de primera línea, y, por otro, confirma la existencia de una ferverosa actividad teatral guayaquileña que no ha sido debidamente estudiada por la academia.

           

Pipo Martínez Queirolo
            Leemos este libro como si asistiéramos a una exposición fotográfica. A lo largo de la muestra, Jorge Massucco, además de entregarnos su mirada de artista sobre el trabajo de la gente de las artes escénicas nos convoca a una reflexión permanente sobre la ficción, ese espacio autónomo del arte representativo por donde se cuelan los espectros de la realidad. Dice Massucco: «La fotografía, otra ficción. / Y la vida de los sueños se pierden como la memoria / Cuando la realidad nos aparta de las ficciones que han ido tejiendo nuestras vidas. / Y entonces volvemos a las fotografías, con nuevas y distintas lecturas. La fotografía sobrevive / a la realidad» (228). La memoria de estas ficciones, capturada en la fotografía, es ese movimiento permanente de la utopía que nos permite seguir creyendo en la vida.

           

Marina Salvarezza
            Las fotos del libro son un testimonio aleatorio del teatro callejero y el de las salas, del teatro experimental y del clásico, de los espectáculos de títeres, música y danza, de las búsquedas del teatro en el cine; en síntesis, de la escena teatral guayaquileña y sus protagonistas. La limitación de esta muestra fotográfica la señala el propio autor: «Nunca tuve la intención de un registro prolijo de la actividad teatral. Lamentablemente» (31); pero, quién puede reclamarle a Massucco el que se haya dedicado a asistir a tantas funciones durante tantos años y tomar tantas fotos con esmero, porque para un artista de la fotografía como él lo importante es entregarnos su mirada del teatro a través de la imagen fotográfica. Como él mismo lo dice: «La ficción de la vida valió la pena vivirla» (31).  

           

Lucho Mueckay
El libro de Jorge Massucco tiene un tono nostálgico de aquel que, al igual que los teatreros, cree en lo creado y crea para creer. A mí me quedan las palabras del padre, Jorge Massucco Tagliaferro, en su poema «De la patria», que comparten esa ficción utópica de querer un mundo «donde la justicia impera soberana y el derecho a la vida no se implora». Que esa patria sea la ficción de todos, dice el hijo (70), y yo añado que esa ficción sea la esperanza de nuestra historia.

 

 

Taty Interllige y Oswaldo Segura entrevistados por el poeta Fernando Artieda


[1] Jorge Massucco, La ficción desde un rincón del horizonte (1979-1994) (Guayaquil: Manso Rojo Ediciones, 2024), 62 y 69. Los números en paréntesis señalan la página de la cita en esta edición.


lunes, marzo 17, 2025

Día Mundial de la Poesía: Otra vez la rosa otra

El Día Mundial de la Poesía se celebra el 21 de marzo de cada año. En la 30ma. Conferencia General en París, en 1999, la Unesco declaró esta fecha para conmemorar una de las formas literarias que, mediante una búsqueda incesante de las distintas aproximaciones a la belleza, expresa el espíritu de la humanidad. Dice la Unesco en su sitio web: «La poesía, practicada a lo largo de la historia en todas las culturas y en todos los continentes, habla de nuestra humanidad común y de nuestros valores compartidos, transformando el poema más simple en un poderoso catalizador del diálogo y la paz». Yo les ofrezco, en esta entrada, una selección de poemas de Trabajos y desvelos (2022) que dialogan, a partir de la imagen de la rosa, con poetas queridos.

Foto de la artista colombiana Marcela Sánchez González, Mara, 2019.

 Vigilia de la rosa

 

¿Cómo hacerte florecer en el poema rosa dormida?

Gestación del instante

                  pétalos del esplendor

                              decadencia del rocío.

Otra vez la rosa, otra vez.

Y, sin embargo, floreces sin la existencia del poema y te instalas en nuestra pupila, ¡oh, rosa!, en el asombro de la pareja primigenia.

Expulsados del divino paraíso y su eternidad, tú germinas en el humano jardín de nuestra finitud.

Otra vez la rosa, otra vez, rosa otra.

 

 

La rosa blanca de Martí

 

Hay una rosa de enero y julio que habita en mí

y existe mundano un verso que la pluma escribe.

Si mi pluma retratara la rosa blanca que me habita

atraparía a la poesía en el rosedal de mi escritura.

 

La poesía cruel arranca la rosa para su belleza única

y abandona en mi mano torpe el tallo de tristes espinas.

 

 

Despetaladas

 

Te molieron a palos, María Juana Pinto

que vives en la cruz de estas palabras.

 

Ileana Espinel, «María Juana Pinto»,

Tan solo 13, 1972.

 

Rosas arrancadas del rosal

desgajados sus pétalos, quebradas sus espinas.

Toda rosa se parece a sus pétalos caídos.

Rosas desgarradas por ser rosas

porque sus pétalos perfuman y sus espinas hieren.

Toda rosa se parece a sus espinas rotas.

Rosas arrojadas a un basural

mezcladas en carne sangrante y huesos molidos.

Toda rosa se parece a su rosa marchita.

 

 

Rosa Amada

           

             Soy la rosa de la verdad del verso y soy la espina de la mentira del poeta. Soy la espina del amor en la poesía que sangra y soy la rosa encendida que se extingue en el poema. El día en que me faltes me arrancaré la vida. Soy la rosa fatal, pero no soy la espina asesina. Soy Rosa Amada, la del poeta suicida.

 

 

La rosa que iba a ser reina

 

Todas las rosas iban a ser reinas entre tantos reinos sobre la mar.

Lucila hablaba al oído de Cristo y a la Muerte en dolor de sonetos;

descubrió la razón de locas mujeres, jugó a la ternura de las rondas

con hijos de nubes; en el pórtico de un lagar mató a su flor de cactus

y junto a su verso atravesó la delgada geografía de su patria, sin reino.

           

¿Que no sé del amor, que no tuve piedad?

            ¡Tú, que vas a juzgarme, lo comprendes, Señor!

 

La rosa de pétalos ásperos bebió del rocío junto a la rosa errante

y, desde la noche de la muerte de la mar, ambas rosas compartieron

secretos de sol y lluvia, y sus tallos abrazados en el reino del rosedal.

 

 

Roses For Export

 

El poeta Julio Pazos transita el Qhapaq Ñan

en la personal misión corográfica de su poesía.

 

Deja constancia en el verso del olor a pan del alba en Pinllo,

del conejillo de Indias en los asaderos de Baños de Agua Santa

y de las ofrendas que alimentan la memoria de nuestros muertos.

 

El poema es una mazorca que amalgama los oficios del pueblo.

Los corazones sencillos conspiran por la alegría de los días tristes,

escancian aguardientes nocturnos y bendicen el cultivo de su heredad.

 

            En las tortillas de maíz

            pueden verse días y caminos.

 

¿Qué epítetos invocaremos para las roses for export?

Tallos de de esperanza, botones de ternura; colores

saturados de arcoíris: sangre, sol y mares, rayos de menta y nubes.

 

El poeta nos enseña a sembrar metáforas.

¿Qué imagen florecerá en las espinadas manos

de esas mujeres que se marchitan para la lozanía de roses for export?

 

Julio Pazos perpetúa la poesía en la patria del poema,

en su personal misión de levantamiento del país con textos libres.

 

 

Nocturno de Pizarnik

 

pétalos de sangre

de la rosa que en el fuego

habita sus heridas.

 

a cantar dulce y a morirse luego.

 

pétalos de seconal

de la rosa que a sí misma

clava sus espinas.

 

 

París, 15 de abril de 1938

 

En los campos de capulíes de Santiago de Chuco

florece, trilcemente, una rosa llena de mundo.

¡Biba la poesííííía! Y el poeta, ¡ay, muere viviendo!

 

 

Envío: una vez más, Márgara Báez


para Marcelo Báez Meza

 

            Escribir un poema a la poesía es un asunto de Bécquer y yo soy solo un Vallejo menor de cualquier antología.

            «Ten cuidado con las personas que inventas porque puede resultar que sí existen».

            Desahogo margaritas y rosas en la piedra negra de mi mortero y aromo con sus pétalos las metáforas mustias de mis versos blancos.

            «Que tengan cuidado las personas que te quieren inventar porque pueden convertirse en víctimas de su propia invención».

            En tierra de Nadia —tan lejos, tan cerca— fuimos el poeta del barrio y la rosa de los vientos: actantes feraces en la novela de una novela de Márgara Báez.

            Escribir un poema en la rosa, ¡oh poetas!, que la poesía florezca en la rosa escrita.


lunes, marzo 10, 2025

«Mickey 17»: una sátira de ciencia ficción anticapitalista

            Para escapar de sus acreedores, una mezcla de banqueros y gánsteres, Mickey Barnes (Robert Pattinson) se embarca en una misión destinada a colonizar al planeta Niflheim como el reemplazable (expendable) del viaje. Si el ser humano es un ser que vive para la muerte, el reemplazable vive para morir y volver a vivir y volver a morir y volver a vivir y otra vez lo mismo. Se trata de un ser humano convertido en un espécimen de laboratorio utilizado para misiones peligrosas toda vez que una máquina, como si fuera una impresora en 3D, se ocupará de reproducirlo nuevamente en su misma condición para una nueva muerte. Mickey 17, la nueva película de Bong Joon-ho, basada en la novela Mickey7, de Edward Ashton, puede ser vista como una sátira de ciencia ficción anticapitalista que, además, entrega una caricatura de un político desquiciado y fanático que pretende apropiarse de un mundo, al estilo Trump.

            Bong, que, en 2020, ganó con su comedia negra Parásitos los Óscar por dirección, película, película internacional y guion, continúa su manera particular de criticar la sociedad capitalista. Si en Parásitos —una película de indudables méritos fílmicos con una fuerte crítica a la despiadada inequidad social del capitalismo— su esperpéntica lucha de clases terminó por convertir a la rica familia Park en víctimas de los Kim, unos resentidos sociales devenidos criminales, en Mickey 17 la sátira, en lenguaje de ciencia ficción, devela la vocación imperial del capital y su poder político en clave de humor y caricatura, a la que suma una reflexión sobre la inutilidad de la inmortalidad del ser humano.

           

Naomi Ackie y Robert Pattinson
Más allá de su tono provocadoramente sangriento, Mickey 17 es una película divertida y los niveles de verosimilitud científica parecen no importarle a Bong. Lo importante es el humor: unos jóvenes científicos desprolijos en su trabajo, unos fanáticos sectarios dispuestos a colonizar un planeta, un líder político de discurso místico y cruel con una esposa obsesionada por las salsas, unos prestamistas mafiosos y criminales, etc. Un punto de quiebre es, por supuesto, cuando quedan vivos los Mickey 17 y 18 y el enfrentamiento y lucha por la sobrevivencia se convierte en un planteamiento sobre el miedo a la muerte y el sujeto escindido.   La crítica al individuo alienado por el sistema está concentrada, de manera burlona, en la resignación de Mickey para morir en las diversas circunstancias a las que es sometido: una exposición espacial a la radiación, un envío al crematorio cuando aún está vivo, la indignación que le da cuando las criaturas del planeta Niflheim le salvan la vida y no se lo comen como él creía que iba a suceder, etc. Ese tono de sátira le permite a Bong introducir las preguntas sobre el miedo a la muerte, la resistencia al dolor, la noción de una inmortalidad congelada en el tiempo, la idea de la clonación del cuerpo con modificaciones del yo, etc. Pattinson logra una interpretación soberbia para encarnar todas las dudas y facetas de los diversos Mickey. Y, por supuesto, el tratamiento de los temas del amor, la libertad sexual y el poder de las mujeres está muy bien desarrollado a través de los personajes de Nasha Barridge (Naomi Ackie) y Kai Katz (Anamaría Vartolomei, a quien recuerdo en El acontecimiento y El conde de Montecristo).

           

Toni Colette y Mark Ruffalo
   Mark Ruffalo es el político Kenneth Marshall, que lidera el viaje de los colonizadores. Bong, desde la dirección, y Ruffalo, por su actuación, consiguen darle vida propia a un estereotipo. Marshall es un estúpido con poder; inseguro, ambicioso, dependiente de lo que le dice su mujer Ylfa (Toni Colette), que complementa con solvencia el dueto de personajes malvados, prejuicioso y cruel. Una caricatura de Trump, aunque en versión de marginal del establecimiento y perdedor. Esa mezcla de fascista y místico que pretende un universo dominado por el hombre anglosajón ¡considera aliens a las criaturas que pueblan el planeta que quiere colonizar! En esta línea, un acierto de Bong es que las criaturas que pueblan Niflheim están muy lejos de las formas humanas, con lo que se muestran como seres ante los que los humanos son el Otro, el diferente, y con el que, a pesar de que constituyen desde su llegada una amenaza para su mundo, prefieren convivir en paz.

           

Bong Joon-ho (1969)
Mickey 17, de Bong Joon-ho, es una divertida sátira que cuestiona una sociedad capitalista desquiciada e imperial con humor sangriento y una despiadada imagen del cuerpo humano que está reducido a una mezcla de cenizas, vísceras y excrementos y cuya información vital cabe almacenada en un disco duro en forma de ladrillo. No obstante, la liberación y felicidad de Mickey reside en reasumir su condición humana.

lunes, marzo 03, 2025

«Cónclave»: drama y suspenso político-teológico en la Ciudad del Vaticano

John Lithgow, Ralph Fiennes, Isabella Rossellini y Stanley Tucci, en Cónclave, dirigida por Edward Berger, ganadora del Oscar 2025 a Mejor guion adaptado.

            El Papa ha muerto. En medio del dolor que su deceso causa entre sus más cercanos colaboradores también existe la expectativa de sus detractores por las posibilidades que se abren para, con un nuevo Papa, cambiar la línea teológica del fallecido. Los cardenales de todo el mundo acuden a Roma. El ritual para el nombramiento del nuevo Papa está por empezar y los diferentes caracteres que participarán del proceso eleccionario se van mostrando antes nosotros a su llegada al Vaticano. Basada en la novela homónima de Robert Harris, Cónclave, dirigida por Edward Berger (Sin novedad en el frente, 2022), es un drama de suspenso político-teológico en el Vaticano, con personajes caracterizados de manera brillante, una exquisita puesta en escena y un guion lleno de giros sorprendentes.

            La lucha interna por la sucesión del trono papal desnuda a la Iglesia Católica como una institución más anclada en el poder terrenal que en el ejercicio del amor evangélico. Este drama de suspenso parecería ubicarse entre El nombre de la rosa y Ángeles y demonios, pero Cónclave le apuesta a algo más que la disputa político-religiosa que implica la sucesión del Papa. Cónclave logra mostrar, de manera convincente, el interior de un proceso que, si bien está sustentado en la fe, también representa la mezquindad de quienes ostentan el poderío institucional. La homilía de apertura del cardenal Lawrence, que es el encargado de la organización del cónclave, es una buena pieza de reflexión teológica con un planteamiento al borde la heterodoxia, pero siempre enmarcados en la doctrina, que ya estaba en El nombre de la rosa: la duda es necesaria para la fe. El conflicto social exterior no llega a ser apocalíptico como en Ángeles y demonios, pero es lo suficientemente ruidoso como para señalar a lo que se tiene que enfrentar el nuevo Papa.

            Los personajes están representados con mucha fuerza actoral. La espectacular entrada del cardenal Tedesco (Sergio Castellito) a la sede del cónclave nos pone en  guardia frente a un tipo fanfarrón y reaccionario; el descenso del cardenal Adeyemi (Lucian Msamati) se concentra en el diálogo discreto que tiene lugar en su alcoba con el cardenal Lawrence; el cinismo y arrogancia del intrigante cardenal Tremblay (John Lithgow) se expresa en el desplazamiento que hace en cada escena; las disquisiciones teológicas y políticas del cardenal Bellini (Stanley Tucci) son convincentes en todo momento. Incluso, un personaje secundario como sor Agnes emerge, con la brillantez que le da Isabella Rossellini, para decir lo necesario en la trama y convertir su invisibilidad en la mirada crítica de una mujer en el interior de una institución patriarcal. Ralph Fiennes, que caracteriza de manera extraordinaria al cardenal Lawrence, lleva el peso del conflicto interior sobre la fe confrontada con la vanidad, y la consciencia de que hay que preservar una institución atravesada por una sórdida lucha de poderes.

            El guion, que ganó el Oscar al mejor guion adaptado, sostiene la intriga con una serie de giros que desatan nudos de tensión a lo largo de la película. La muerte del Papa y el misterio que la rodea, la súbita aparición de un cardenal in pectore, las reuniones de los cardenales para planificar la elección, el descubrimiento de las debilidades de los más fuertes candidatos, hasta llegar, por descarte, a un final, para mi gusto, algo forzado y débil frente al tono realista de la película. Asimismo, la recreación de la Capilla Sixtina en los estudios Cinecittà, de Roma, y la Casa Santa Marta, que se toma la libertad de mostrar los cuartos de los cardenales como celdas, así como la sacristía llamada Sala de las Lágrimas, en donde el Papa electo reza ante san Pedro y se viste con el clásico atuendo blanco, son logros maravillosos de la escenografía. En esos espacios, los rituales reproducen la magnificencia del poderío papal y nos sumergen en las luchas internas de tales poderes que atraviesan el filme.

            Cónclave es una estupenda película de suspenso que logra interesar a creyentes y ateos por el carácter de la intriga política que desarrolla. Ver esta película en estos días, en los que el delicado estado de la salud del Papa es un marco real, podría generar especulaciones muy politizadas y poco teológicas. En todo caso, Cónclave es una ficción cinematográfica que consigue adentrarse en el corazón político y teológico que envuelve a la institucionalidad católica cuando se trata de elegir al Papa.