Cecilia Vera de Gálvez, crítica y educadora; Tatiana Landín, del comité organizador de la FIL Guayaquil, y Marcelo Báez Meza, durante la presentación de Nunca más Amarilis, septiembre 2018.. |
En el
capítulo “Cronología bibliográfica (IV)”, de Nunca más Amarilis, novela de Marcelo Báez Meza, ganadora del
premio “Miguel Donoso Pareja” 2017, el narrador dice que, para 1981, «el
consejo editorial de la Revista Cuadernos de la Universidad Católica Santiago
de Guayaquil acepta publicar un poema de Márgara Sáenz para el número 10. La
autora le envía una carta a Raúl Vallejo Corral, miembro del comité, rechazando
el ser publicada en la sección “Aprendices de brujo”». El dato es correcto,
pero incompleto. La carta de Márgara Sáenz hizo que el comité revisara el
proceso y no publicó el poema pues, más allá de que este tenía deudas
impagables con la poesía de Antonio Cisneros, carta y poema lucían apócrifos. Como
era de esperarse, la carta no fue respondida.
Así, embromando al
texto desde el texto, es como un lector entra en el juego que plantea Nunca más Amarilis. Márgara Sáenz es una
poeta ecuatoriana inventada por dos poetas peruanos que la incluyeron en la
antología Poemas del amor erótico
(Lima, Mosca Azul editores, 1972) con un poema sin título, tomado del supuesto
libro “Otra vez Amarilis”. A partir de este dato, Marcelo Báez ha escrito una
novela excepcional: desde la apuesta por una metaficción radical, su novela se
constituye en un paradigma de cómo jugar con la referencia metaliteraria en
función de la escritura literaria.
En su novela, por
ejemplo, Báez recrea el caso de Georgina Hübner, inventada por dos poetas de
Lima para pedirle un libro autografiado a Juan Ramón Jiménez. Georgina fue
presentada como una lectora de la poesía de Jiménez, y la correspondencia entre
ambos creó tales lazos afectivos que el poeta quiso viajar a Lima para
conocerla. Los bromistas, entonces, le hicieron saber al poeta que Georgina
había muerto. Y Juan Ramón Jiménez escribió la elegía “Carta a Georgina Hübner
en el cielo de Lima”. Así que Baez, jugando siempre, toma esta impostura y
otros casos para hablar de una tradición de invenciones peruanas, en la que
inscribe a Márgara Sáenz.
En Nunca más Amarilis encontramos un divertimento
estético a base de guiños literarios de variada índole; una combinación de
puntos de vista, que como voces narrativas, participan de un juego sobre los
niveles de verosimilitud de la historia; el despliegue del sentido del humor,
desprendido de forma natural de lo que se cuenta, como estrategia narrativa; y
también la transgresión permanente de las fronteras entre realidad y ficción,
lo que vuelve a la novela lo que el propio autor la ha subtitulado, es decir,
una “bioficción definitiva de Márgara Sáenz”.
Esta
novela es un territorio metatextual. Báez muestra la investigación exhaustiva del
asunto de la propia novela, que culmina con un “examen del primer parcial”, a
manera de prueba de opción múltiple, que es una síntesis de elementos anecdóticos
destinada a los lectores de la novela. Otros ejemplos de cómo la investigación,
de rasgos académicos, se lleva en función del arte es la misma búsqueda histórica
del uso literario del nombre de Amarilis, que, según la novela, se remonta a
Teócrito, nacido en el año 312 a.C. y que luego es retomado por Virgilio en el
siglo I a.C.
Marcelo Báez le ha
dado una vida a Márgara Sáenz. Lo que fue una broma literaria se ha convertido
en una propuesta estética: hacer de un personaje de ficción, una ficción de un
personaje que se vuelve real, en tanto personaje: la verdad literaria de la Márgara
Sáenz de Báez se superpone a la falsía de la Márgara Sáenz de Mirko Lauer y
Abelardo Oquendo que la incluyeron en la antología de marras con la complicidad
de Antonio Cisneros. El capítulo “Por una hermenéutica del poema”, en términos
de la trama de la novela, desnuda la superchería de “la trinca peruana”, como llama
los Márgara a sus inventores. La deconstrucción del poema, «una sarta de
lugares comunes de la misoginia», según la propia Sáenz, aparte de ser una
lección de comentario de texto, es una clase magistral sobre el lenguaje de la poesía
erótica.
Nunca más Amarilis, de Marcelo Báez
Meza, es un texto que propone, desde una radical metaficción, un juego narrativo
de humor inteligente, evidencia una aguda investigación que utiliza con
sabiduría el hallazgo literario, y es paradigma de una novela divertida de
rigurosa escritura.
Nunca más Amarilis, de Marcelo Báez Meza, ganó el premio de novela "Miguel Donoso Pareja" 2017. |
Publicado en Cartón Piedra, revista cultural de El Telégrafo, 30.08.19
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