José María y Corina lo habían conversado en alguna de sus tardes de té y facturas: toda muerte engendra ausencias y cada ausencia es un pedazo de muerte que se adhiere para siempre a nuestra piel de solos.
(De El perpetuo exiliado, 2016).

domingo, septiembre 01, 2019

"Nunca más Amarilis": La radical metaficción de una extraordinaria novela lúdica


Cecilia Vera de Gálvez, crítica y educadora; Tatiana Landín, del comité organizador de la FIL Guayaquil, y Marcelo Báez Meza, durante la presentación de Nunca más Amarilis, septiembre 2018..

            En el capítulo “Cronología bibliográfica (IV)”, de Nunca más Amarilis, novela de Marcelo Báez Meza, ganadora del premio “Miguel Donoso Pareja” 2017, el narrador dice que, para 1981, «el consejo editorial de la Revista Cuadernos de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil acepta publicar un poema de Márgara Sáenz para el número 10. La autora le envía una carta a Raúl Vallejo Corral, miembro del comité, rechazando el ser publicada en la sección “Aprendices de brujo”». El dato es correcto, pero incompleto. La carta de Márgara Sáenz hizo que el comité revisara el proceso y no publicó el poema pues, más allá de que este tenía deudas impagables con la poesía de Antonio Cisneros, carta y poema lucían apócrifos. Como era de esperarse, la carta no fue respondida.
Así, embromando al texto desde el texto, es como un lector entra en el juego que plantea Nunca más Amarilis. Márgara Sáenz es una poeta ecuatoriana inventada por dos poetas peruanos que la incluyeron en la antología Poemas del amor erótico (Lima, Mosca Azul editores, 1972) con un poema sin título, tomado del supuesto libro “Otra vez Amarilis”. A partir de este dato, Marcelo Báez ha escrito una novela excepcional: desde la apuesta por una metaficción radical, su novela se constituye en un paradigma de cómo jugar con la referencia metaliteraria en función de la escritura literaria.
En su novela, por ejemplo, Báez recrea el caso de Georgina Hübner, inventada por dos poetas de Lima para pedirle un libro autografiado a Juan Ramón Jiménez. Georgina fue presentada como una lectora de la poesía de Jiménez, y la correspondencia entre ambos creó tales lazos afectivos que el poeta quiso viajar a Lima para conocerla. Los bromistas, entonces, le hicieron saber al poeta que Georgina había muerto. Y Juan Ramón Jiménez escribió la elegía “Carta a Georgina Hübner en el cielo de Lima”. Así que Baez, jugando siempre, toma esta impostura y otros casos para hablar de una tradición de invenciones peruanas, en la que inscribe a Márgara Sáenz.
En Nunca más Amarilis encontramos un divertimento estético a base de guiños literarios de variada índole; una combinación de puntos de vista, que como voces narrativas, participan de un juego sobre los niveles de verosimilitud de la historia; el despliegue del sentido del humor, desprendido de forma natural de lo que se cuenta, como estrategia narrativa; y también la transgresión permanente de las fronteras entre realidad y ficción, lo que vuelve a la novela lo que el propio autor la ha subtitulado, es decir, una “bioficción definitiva de Márgara Sáenz”.
            Esta novela es un territorio metatextual. Báez muestra la investigación exhaustiva del asunto de la propia novela, que culmina con un “examen del primer parcial”, a manera de prueba de opción múltiple, que es una síntesis de elementos anecdóticos destinada a los lectores de la novela. Otros ejemplos de cómo la investigación, de rasgos académicos, se lleva en función del arte es la misma búsqueda histórica del uso literario del nombre de Amarilis, que, según la novela, se remonta a Teócrito, nacido en el año 312 a.C. y que luego es retomado por Virgilio en el siglo I a.C.
Marcelo Báez le ha dado una vida a Márgara Sáenz. Lo que fue una broma literaria se ha convertido en una propuesta estética: hacer de un personaje de ficción, una ficción de un personaje que se vuelve real, en tanto personaje: la verdad literaria de la Márgara Sáenz de Báez se superpone a la falsía de la Márgara Sáenz de Mirko Lauer y Abelardo Oquendo que la incluyeron en la antología de marras con la complicidad de Antonio Cisneros. El capítulo “Por una hermenéutica del poema”, en términos de la trama de la novela, desnuda la superchería de “la trinca peruana”, como llama los Márgara a sus inventores. La deconstrucción del poema, «una sarta de lugares comunes de la misoginia», según la propia Sáenz, aparte de ser una lección de comentario de texto, es una clase magistral sobre el lenguaje de la poesía erótica.
            Nunca más Amarilis, de Marcelo Báez Meza, es un texto que propone, desde una radical metaficción, un juego narrativo de humor inteligente, evidencia una aguda investigación que utiliza con sabiduría el hallazgo literario, y es paradigma de una novela divertida de rigurosa escritura.

Nunca más Amarilis, de Marcelo Báez Meza, ganó el premio de novela "Miguel Donoso Pareja" 2017.
             Publicado en Cartón Piedra, revista cultural de El Telégrafo, 30.08.19

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