para Alejandro Moreano y Ariruma Kowii
Guaman Poma de Ayala,
«Pregunta el autor / "Ma, villavai
[
Pero, dígame] achamitama" [Aymara: "Tu llanto desde allí"] / Pregunta autor», en El primer nueva corónica y buen gobierno, edición crítica de John Murra y Rolena Adorno, traducción y análisis textual del quechua por Jorge L. Urioste (México D.F.: Siglo Veintiuno Editores, 1992), 338.
1
¡Ay, de mi palabra que apenas balbucea y mi testimonio ausente de penurias!
¡Ay, de mis instantes descolgados de las horas luctuosas de los otros!
¡Ay, de mis pasos de veleta y su tránsito de ciego a mediodía!
2
Palabra extraviada en meandros de extraña geografía
engolada de soberbia y ajena a cuanta finitud la rodea
vergonzante destello de arena que el mar recubre con agónicas
olas y desnuda con la humedad de su ausencia
Atisbo de alambradas anónimas
remembranzas rehechas de remedos
serpiente de soledades solapadas
perfiles de permanencias percibidos tarde
Insostenible suspiro de luciérnagas
Frágil conjunción de vocablos de espuma
Palabra
murmullo para el vasto corazón de mi noche
3
Instante descolgado de heroicas trompetas y redobles marcialesvientre estéril para la épica de oropeles de vencedores
insuficiente alarido del vendaval que arrasa el leve
polvo sin edad antes piedra de inamovible complacencia
Trémulas tentaciones de trascendencia
crepita consagraciones coléricas
manutención en manotazos de miserias
dolientes duelos de deleznables ídolos
Apresurado rumor de constelaciones
Efímera rosa revivida en rosa y otra vez rosa que se extingue
Instante
fugacidad para la angustia irrepetible de mi fondo
4
Pasos sin huellas borrados para mañanas ajenos
huérfanos de perdurabilidad y permanencia transcendentes
instantáneo fulgor del zángano que acude henchido de feliz
concupiscencia para fecundar lo que no verá sino desde la muerte
Premura por presagios paradójicos
visión vertida voraz en el vacío
invención ingrata e infinita
bullicioso brebaje de banderas arco iris
Concepción bizarra de instantes
Encaminado fulgor de leña que crepita sin esperanza
Pasos
peregrinaje para el envanecido espíritu de mi poesía
5
Invoco a Guaman Poma de Ayala y su Corónica extraviada
en laberintos irresolubles de siglos venideros para su prisa
inútil Escrivano de agravios
archivo de cadáveres que alimentan la gula de nuestro saber
Sacra Católica Real Magestad, digo que en este rreyno se acauan los yndios y se an de acauar. Desde aquí de ueynte años no abrá yndio en este rreyno de que se cirua su corona rreal y defensa de nuestra santa fe católica. Porque cin los yndios, vuestra Magestad no uale cosa porque se acuerde Castilla es Castilla por los yndios.
Autor caminante y penitente
¿odiarás todavía en mí a mi ser mestizo?
¿me considerarás otro autor que camina
sin más redención que la poesía
pobre dicha que busca agonizante escuchas
encomienda del baile y metáfora del solo?
¿aceptarás que me atreva a dar testimonio de tanto dolor a cuestas
que no me duele sino en la imagen
colgajo de esta crónica vista con ojos de milenio nuevo?
6
Invoco al cacique de Alangasí perdido para la memoria de estos días
en las cenizas agónicas de las hogueras y en lengua propia que no sé
doliente Poeta del crimen
sol enlutado que alumbra la rebeldía de los huérfanos de estos días
¡Caita yuyashpa
Mana huañuni!
¡Shungu llucshispa
Causaricuni!
Autor anónimo y doliente
¿podrá mi palabra mezclada de sangres llorar tu llanto?
¿qué aprendo de tu voz sino la invocación
para que las ganas de seguir viviendo permanezcan
intactas en los páramos donde mi ceguedad
solo alcanza polvo seco y viento, rumor y frío?
¿aceptarás que me atreva a dar testimonio de tanta lucha
rabia donde no he combatido
ni irritado mis vísceras de asco e impotencia?
7
Invoco a los vecinos de Pomallacta soliviantados por Gaspar Lema
copados de indignación ante la codicia de Esteban Rodríguez de Egüez
ariscos comuneros dispuestos a la justicia del palo en 1730
¿Me darán ellos las palabras que mi torpe mano espera
para esta escritura que pretende trascender el tiempo?
Invoco a Tomás Asitimbay aferrado al Cristo del templo de Guasuntos
altar de sangre y desnudez imposibles
para el lenguaje de pan de oro del mestizo
frontispicio barroco donde la agonía es adorno
—Dígole Padre Ullaury que por qué me quiere entregar a mis enemigos
—Dígote indio Asitimbay que no te darán castigo alguno
Y a los indios de aquel 5 de diciembre de 1760 en la quebrada de Aipán repletas las alforjas de ira y piedras del camino
contra la lengua envenenada de mentiras
Y a los de Guamote y Columbe en 1803
Y a Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña en el siglo que pasó
Y a las voces que hablan de almas que no conozco ni puedo percibir
Mis palabras son cántaros rotos por donde se escapan mis frustraciones
Los invocados hablarán por su propio dolor antes que por mis versos
8
Invoco también a Manuel Vallejo cura de Cajabamba
cronista absorto como mi espíritu y mi tiempo
ante los más de doce mil indios del 8 de marzo de 1764
amanecer siguiente al Miércoles de Ceniza de aquel año del Señor
que sitiaron la villa de Riobamba para defender sus tierras
que los dichos indios desde la Conquista no abían dado en esta Provincia la menor muestra de rebelión, vibiendo sugetos, y unidos con los Españoles sin aspirar a mas fortuna, ni pareser hisiesen refleccion de su miserable vida y estado, pero a presente con la ocazion de la sublebacion, y de las ympresiones que en ellos hisieron an reflexionado sobre su miseria, maltrato, falta de tierras, opresion y sobre lo utiles y necessarios que son al Rey y a los Españoles...
Efervescencia del perdón enmohecido por el chasquido del látigo
junto al rítmico ronquido de obrajes
ecos sudorosos del olvido que envuelve a los mitayos
manos suplicantes ante la piedad infecunda
holganza de doctrineros y dueños de encomiendas
¡Oh, cabuya que de tanto apretar el gaznate al final
rompe y rasga y resta vida!
¡Oh, corazones alimentados de humillantes y crueles cepos!
Los poetas apenas somos testigos perjuros
volutas de humo que se solazan en la intimidad de sus amores rotos
9
Yo no soy la voz de quienes hablan desde páramos en donde no he sufrido
a través de decires milenarios que mi torpe lengua
se niega a balbucir siquiera
Yo no soy la palabra que pretende apropiarse
de sufrimientos ajenos a mis privados llantos
ni de alegrías bailadas durante el Inti Raymi
ni de rituales de semillas domesticadas
que fecundan la tierra madre de espíritus
cuyo encanto intento descifrar en vano
No soy más que una voz perdida entre millones de voces si acaso
Finitud de vida y certezas puestas en el vaivén de la duda para siempre
Escribano incapaz de escuchar los murmullos de aquellos invocados
10
Vi durante aquel 28 de mayo de 1990 a decenas de indios
con ardides de bisbiseos y rituales de silencio
tomarse la Iglesia de Santo Domingo
como si el alma itinerante del padre Las Casas volviera por sus alegatos
Vi después del 4 de junio la caminata de tres mil
comuneros de Simbagua rumbo a Pujilí
y el susto en rostros amestizados como el mío
Vi a diez mil indios ocupando el estadio de Ambato
y el disgusto ante la osadía de los runas
en los entrecejos fruncidos como el mío
Vi la llegada de ciento veinte comunidades bajando
las lomas que rodean Guaranda
y el asombro petrificado en los de piel blanquiñosa como la mía
Vi la tozudez endurecida de siglos de veinte mil más que cercaban Latacunga
y el atónito silencio de quienes sentimos a la patria y su pasado
en el goloso degustar de chugchucaras, allullas y queso de hoja
Vi también la ira estéril heredada de las encomiendas de antaño
en las voces tronantes pero inútiles de quienes se consideran
descendientes de la patria criolla, posta de la dominación
...declara su fe en la única nacionalidad constitutiva de la República del Ecuador, nacida del grandioso crisol del mestizaje hispano americano, del cual todo ecuatoriano debe enorgullecerse, aglutinando así la diversidad en la unidad...
Y todo lo visto
lo estoy cantando con voz prestada
Final
¡Ah, estulticia ensoberbecida y mala poesía!
¡Ah, resquemor y tartamudeo frente a lo que no se entiende!
¡Ah, palabra cercenada por lo que escapa a las convicciones del corazón!
Esta crónica inconclusa es el testimonio de mi fracaso
de mi azoramiento de mi nada
inscrita en la estrechez de un verbo que no se hizo
ni en el sufrimiento ni en la fiesta ni en las rebeldías
escrita con trazos en deshabitados soliloquios
mientras afuera distinta vida fluye
No soy la voz de otras voces que pueden hablar por sí mismas
Tan solo eco de mis personales angustias y estrechos límites
Imposibilidad de mirar con ojos que no sean
los que me obsequian de limosna estas miopes ansiedades
No soy sino la palabra del vecindario que para mí he fabricado
en deuda por siempre con aquellos que no son yo
ni lo que cercanamente me rodea
Soy lo único que puedo ser y sin traiciones
y hasta de eso dudo pero en ello persisto necio
Voz de mi voz y mi personal profundidad de soledades
y nada más que este pobre palabreo mío.
N.B.: Crónica del mestizo es un intento de testimoniar, en lenguaje poético y desde los límites de una mirada mestiza, el sentido histórico y la raigambre cultural del levantamiento indígena del Inti Raymi de 1990. Obtuvo
el Primer
Premio de la VI Bienal de Poesía Ciudad de Cuenca (Ecuador, 2006), organizada
por el grupo cultural La Palabra, entre 140 trabajos participantes. (Guayaquil / Quito: Báez Editores /Libresa, 2007). También fue publicado en la revista Hispamérica, # 106 (2007): 61-67.
Tal vez la poesía y una ojeada sobre la historia nos ayuden a comprender que, mientras la nuestra sea una sociedad inequitativa, excluyente, clasista y racista, la violencia social es uno más de los tantos síntomas cíclicos que dan cuenta de esta patria que no es una, sino varias que viven en una confrontación permanente, a veces soterrada, a veces visible, sin solución de continuidad.
El diálogo político es urgente; el entendimiento del mundo indígena por parte del mundo mestizo es imprescindible porque es la sociedad blanco-mestiza la que ejerce, entre otros, el poder del Estado; pero solo con políticas públicas que atiendan las necesidades de los pueblos indígenas y que construyan una patria plurinacional e intercultural -como lo establece nuestra Constitución y lo demuestra la realidad del país- la palabra paz alcanzará su sentido en plenitud.