hay que esperar a que argentina gane un mundial de fútbol contra todo pronóstico y que messi, finalmente, levante la copa de los campeones y que le tome todas las fotos que quiera a antonela roccuzzo alzandoabrazandobesando la copa. no, no les pida a los jugadores que celebren la victoria como si fueran alumnos de un colegio del opus dei el día de su primera comunión. tampoco les pida a los porteños ni a los que llegaron de las provincias que sean andinamente humildes. más bien, disfrute de ese desborde canchero, bullicioso y desordenado del alma de los cronopios a quienes, para escándalo de los famas, no les importa dormir en la calle, con el calor de diciembre, caminar junto al autobús de los campeones que hizo doce kilómetros en tres horas, lanzarse desde un puente al autobús y desparramarse sobre el asfalto, llorar, compartir su mate amargo, gritar hasta quedarse sin voz, mientras el helicóptero, que lleva a scaloni, de paul, messi y la copa del mundo, sobrevuela la plaza del obelisco, zona de constitución, avenida nueve de julio, avenida de mayo y autopista veinticinco de mayo. en todos estos sitios, los cronopios están arracimados mientras contemplan en el cielo de buenos aires una baba del diablo que se sostiene en el aire. día de feriado nacional. los cronopios agitan banderas albicelestes, saltan, cantan. contemplan en el cielo la scaloneta aérea. así, mientras los famas, que siempre heredan los puestos de mando, mueven la cabeza de un lado al otro, calculan las pérdidas de un día sin el trabajo de los demás, los cronopios corean: ¿qué mirás, bobo? ¡andá, andá pa’yá, bobo!
este cóctel no tiene la sencillez clásica del «fernandito» [1½ oz de fernet, coca-cola a gusto y hielo en un vaso largo], originario de la provincia de córdoba, según algunos famas, que son los entendidos en academicosas[1]. este cóctel requiere de una mayor elaboración: después de todo, la obtención de un campeonato mundial de fútbol es bastante más complicado que tomar café con medialunas en cualquier cafetería de florida; ya no en richmond, que cerró en 2011. ¡qué vachaché, nariz en discepolín!
Cóctel «Cronopio»
Ingredientes:
1oz de Fernet Branca
¾ oz de Havanna Club, añejo siete años
¾ oz de orchata
½ oz de zumo de limón amarillo
1 clara de huevo
Gotas de Peychaud
Preparación:
Mezclar todos los ingredientes en coctelera sin hielo y agitar unos 15".
Poner hielo en la coctelera y agitar, de nuevo, otros 15".
Presentación:
Servir en copa flauta.
Adornar con unas gotas de Peychaud.
existe en el cóctel una pugna entre lo amargo y lo dulce, tregua catala espera, igual que un cronopio guayaco que sostiene contra su pecho dos hilos —uno es azul— y que al salir de almacenes tía advierte que su teléfono celular ya no tiene saldo. ninguna esperanza —esas bobas sedentarias siempre ávidas de certidumbres— invadirá el corazón descuidado de quienes beban este cóctel. ya sé que estoy piantao: para mi regocijo personal, algo más amargo y menos dulce. ¡buenas salenas cronopio cronopio!
[1] Wikipedia, «Fernet con coca», acceso 23 de diciembre de 2022, https://es.wikipedia.org/wiki/Fernet_con_coca