En 1999, durante su trigésimo periodo de sesiones, la UNESCO declaró el 21 de marzo como el Día Mundial de la Poesía. Con motivo de esta celebración —que coincide con el Equinoccio de Primavera, en el hemisferio norte—, Irina Bokova, directora general, ha dicho: «Cada poema, aunque único, refleja lo universal de la experiencia humana, el anhelo de creatividad que trasciende todos los límites y las fronteras, tanto del tiempo como del espacio, en la afirmación constante de que la humanidad forma una única y sola familia».
En
este día, comparto con ustedes algunos poemas o fragmentos que, de alguna
manera, hablan sobre la poesía.
XXI
En
mi pupila tu pupila azul.
¡Qué
es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía…
eres tú.
Gustavo
Adolfo Bécquer,
de Rimas, 1871.
XLVI
[…]
¡Verso,
nos hablan de un Dios
Adonde
van los difuntos
Verso,
o nos condenan juntos,
O
nos salvamos los dos!
José
Martí,
de Versos sencillos, 1891.
Ars
El
verso es un vaso santo; ¡poned en él tan solo,
un pensamiento puro,
en
cuyo fondo bullan hirvientes imágenes,
¡como
burbujas de oro de un viejo vino oscuro!
[…]
José
Asunción Silva,
de Sitios, 1895.
El poema, 1
¡No
le toques ya más,
que
así es la rosa!
Juan
Ramón Jiménez,
de Piedra y cielo, 1917 – 1918.
Arte poética
[…]
Por
qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla
florecer en el poema;
Sólo
para nosotros
Viven
todas las cosas bajo el Sol.
El
poeta es un pequeño Dios.
Vicente
Huidobro,
de El Espejo de agua, 1916.
La poesía es un arma cargada de futuro
[…]
Maldigo
la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
[…]
Gabriel
Celaya,
de Cantos íberos, 1955.
Arte poética
[…]
Ver
en la muerte el sueño, en el ocaso
Un
triste oro, tal es la poesía
Que
es inmortal y pobre. La poesía
Vuelve
como la aurora y el ocaso.
[…]
Jorge
Luis Borges
de El Hacedor, 1960.
Tú
eliges el lugar de la herida
en
donde hablamos nuestro silencio.
Tú
haces de mi vida
esta
ceremonia demasiado pura.
Alejandra
Pizarnik,
de Los trabajos y las noches, 1965.
Qué es poesía
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
Varias
decenas de pinchos en la carne.
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Que
cualquier cosa sea posible, eso es poesía.
Roberto
Fernández Retamar,
de Buena suerte viviendo, 1962 – 1965.
Tú
me darás el arma, Poesía
para
vencer al enemigo oculto,
para
arrasar las fortalezas fatuas,
para
escalar las torres de lo bello,
para
extirpar las sierpes del planeta
instaurando
el reinado del rocío.
[…]
Jorge
Carrera Andrade,
de Vocación terrena, 1972.
Duro con ella
[…]
Duro
con ella hasta que aprenda
hasta
que nunca más se ponga entre mayúsculas
duro
con ella duro muy duro hasta molerla
que
reviente la puerca la maldita la increíble
que
explote la tremenda la copulante la insidiosa
Duro
con ella hasta encontrarla ausente y descreída
duro
con ella con esta absurda torpe y loca poesía
Fernando
Nieto Cadena,
de De buenas a primeras, 1976.
Anónimo del siglo XX
ustedes
presabían (como todo) camaradas
que
iba a ser un espécimen de intelectual podrido
porque
escribo en lugar de componer-el-mundo
entre dos tintos
ahora
me hago la autocrítica bisiesta
pretendí
ser la palabra que cortan en las frase
de los otros
esa
que censuran cada día en el texto de los casitodos
[…]
Jorgenrique
Adoum,
de Prepoemas en postespañol, 1979.
Artificios
Ocurre
que cada día mudamos de entusiasmo,
y al
borde de los versos uno olvida
la
ropa, los recibos, los mandados,
porque
el poema atormenta las horas,
el
minuto feliz, ese frágil momento
en
que se nos escapa el milagro
o
inventamos la magia, y el secreto florece.
Entonces
la noche se enciende tajante
y
esas dulces lucecillas de bengala
regalan
esplendor a las más viejas ruinas.
José
Luis Díaz-Granados,
de Sala de operaciones, 2006.
Pablo
Neruda, en su célebre texto “Sobre una poesía sin pureza” (Revista Caballo verde para la poesía, Madrid, #
1, 1935) señaló: “Es muy convenientes, en ciertas horas del día o de la noches,
observar profundamente los objetos en descanso […] de ellos se desprende el
contacto del hombre y de la tierra como una lección para el torturado poeta
lírico”; y, más adelante le dio cuerpo a la definición de esa poesía sin pureza
que propugnaba: “Una poesía impura como un traje, como un cuerpo, con manchas
de nutrición y actitudes vergonzosas, con arrugas, observaciones, sueños,
vigilia, profecías, declaraciones de amor y de odio, bestias, sacudidas,
idilios, creencias políticas, negaciones, dudas, afirmaciones, impuestos”.
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