José María y Corina lo habían conversado en alguna de su tardes de té y facturas: toda muerte engendra ausencias y cada ausencia es un pedazo de muerte que se adhiere para siempre a nuestra piel de solos.
(De El perpetuo exiliado, 2016).

domingo, febrero 17, 2019

De la lentitud, el conflicto de clases y el canon de belleza de Roma


Fotograma icónico de Roma, de Alfonso Cuarón, "León de Oro" del Festival de Venecia en 2018.

            ¿Qué es una película lenta? ¿Por qué cuando una película es lenta se asume sin más que es aburrida? ¿Importa que una película evidencie el conflicto social de una sociedad? ¿Por qué la presentación del conflicto social haría de una película una suerte de panfleto político? ¿Deben actrices y actores corresponder a los cánones de belleza del cine de Hollywood? Roma, de Alfonso Cuarón, es una película morosamente bella, que retrata el conflicto político en el México de los 70, y que rompe el molde de belleza del cine de Hollywood.
            Es posible que Hollywood nos haya deformado el sentido del tiempo en el cine. Al parecer, las escenas que duran más de un minuto y medio nos resultan largas, y, lo que es peor, aburridas. Y, además, tiene que existir ruido, música incidental y diálogos conflictivos. Roma, por el contrario, nos permite disfrutar de la narración morosa de la cámara, recorrer los detalles, entender el alma de los personajes desde su cotidianidad doméstica. Nos ofrece el ruido de la ciudad y nos alimenta con una música que sale de la estación de radio: ruido y música que es parte de la cotidianidad: los espectadores escuchamos lo mismo que oyen los personajes. La belleza radica en el deleite que experimentamos sobre los detalles.
José Antonio Guerrero como Fermín
            El conflicto social en Roma está integrado a la historia de la película. Así, la represión del gobierno de Echeverría al movimiento estudiantil y la participación de los llamados “Halcones” durante la “Matanza de Jueves de Corpus” es un episodio central de la película. Fermín, el enamorado de Cleo, es parte de los Halcones y la escena cuando ella lo encuentra, luego de un entrenamiento de artes marciales, y él la enfrenta con agresividad es la representación de las violencias política y patriarcal. El clímax de este conflicto llega cuando Cleo ve a su enamorado participar del asesinato de un estudiante durante la represión y aquello le desencadena el parto prematuro. Así, los personajes son parte del conflicto: como represor, el uno, y testigo, la otra: la represión no es solo un marco histórico, sino también un momento del drama personal.
           
Yalitza Aparicio es Cleo.
El que Yalitza Aparicio sea la heroína de la película es también un acierto, pues subvierte el canon de belleza al que nos tiene acostumbrado Hollywood. Yalitza, indígena de ascendencia mixteca y maestra de párvulos, es la protagonista que logra, con su deslumbrante actuación, imponer la belleza de su persona y su personaje, privilegiando su propio patrón de belleza. También está la belleza del paisaje: la casa familiar, la ciudad, el campo, la playa: Cuarón, logra, justamente por la morosidad expositiva de la fotografía, que contemplemos la belleza del mundo de la película de manera detenida.
            Suceden muchas cosas en la película: entre ellas, la transformación de una familia de clase media en una familia rota por causa del abandono paterno, y el descubrimiento de la complicidad vital de las mujeres. Así que, si se durmió con Roma, como han confesado algunos tuiteros, es porque, seguramente, tenía sueño.

                Publicado en Cartón Piedra, suplemento cultural de El Telégrafo, 15.02.19

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo.
    Te invito a leer algo más sobre lo mismo: http://ojospuestos.blogspot.com/2019/02/del-corazon-de-cocinera-y-otras.html

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  2. Completamente de acuerdo con las precisas y oportunas opiniones tuyas.
    Pasa algo parecido con el tiempo sobre el escenario en algunos montajes actuales.

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