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León Ferrari, La civilización Occidental y Cristiana, 1965.
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Berltolt Brecht, el intelectual comunista
y heterodoxo, en su poemario «Cartilla alemana de la guerra», cuestionaba las justificaciones
patrióticas de las guerras, denunciaba el carácter clasista de las mismas y
remarcaba el sufrimiento de los pueblos:
La guerra que vendrá
no es la primera. Antes
hubo otras guerras.
Cuando terminó la última
hubo vencedores y vencidos.
Entre los vencidos, el pueblo bajo
tenía hambre. Entre los vencedores
también tenía hambre el pueblo bajo.
Invoco el poema de Brecht porque
tiene un enorme peso moral de carácter antibélico. Asimismo, aunque ya resulta
un lugar común, es necesario hacerlo porque la frase, dicha en 1917 y atribuida
al senador republicano Hiram Johnson, posee un enorme sentido crítico: «La
primera víctima cuando llega la guerra es la verdad».
Bajo estas premisas, el conflicto bélico
desatado con la invasión militar de Rusia a Ucrania debe ser condenado sin
cortapisas porque toda guerra de agresión de un Estado a otro es un crimen de
sus gobernantes contra la población, tanto del agredido como del agresor;
y, al mismo tiempo, hay que cuestionar los discursos mediáticos que enmarcan el
conflicto bélico como si fuera una pelea entre “buenos” y “malos” y silencian, asesinando
a la verdad y banalizando el mal, el
sentido histórico, político y cultural que enmarca una guerra donde hay actores
en escena y tras bastidores.
Los bandos que participan en las guerras,
cuyas principales causas son la disputa geopolítica, la lucha por el poder y los
intereses económicos de los capitalistas, siempre esgrimen razones patrióticas para
justificarlas. En el actual conflicto bélico, Rusia, la OTAN y los Estados
Unidos se disputan, por razones geopolíticas y económicas, la alianza de Ucrania
con cualquiera de ellos para ganar posiciones frente a su contrincante. Así
que, salvo para la ignorancia, el fanatismo o las vocerías de las partes, en
esta guerra tampoco existen ni “buenos” ni “malos”; existen los intereses de
unos y otros, y todos los participantes, tanto los protagonistas activos del
conflicto como aquellos que han contribuido para que se llegue a esta situación,
son perversos, puesto que provocan el sufrimiento de los pueblos que, junto a
la verdad, son las víctimas sin cuenta de esta y todas las guerras.
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Joel Vladimir Renderos Castillo (El Salvador), Recuento de incertidumbres, en ACNUR, Refugiarte: la crisis de refugiados ilustrada por artistas latinoamericanos, acceso el 27 de febrero de 2022, https://www.unhcr.org/refugiarte/es/
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La invasión rusa a Ucrania se suma a
otros conflictos bélicos menos mediáticos y más escondidos por quienes manejan
la información en este lado del mundo. Desde 2015, Yemen, el país más pobre de
la penísula arábiga, sufre una guerra civil en la que intervienen abiertamente
la dictadura monárquica de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes, apoyados por Estados
Unidos. Según la ONU, unas 377.000 personas han muerto a consecuencias del
conflicto y más del 80% de la población yemenita, de unos 24 millones de
personas, necesita ayuda humanitaria. La ONU también señala que: «La coalición,
el gobierno yemenita, el consejo de transición del sur y las autoridades de
facto han perpetrado atrocidades, concluye un nuevo informe de los expertos
comisionados por el máximo órgano de derechos humanos de la ONU para monitorear
la situación en el país árabe». La
guerra de Siria, que ya tiene más de diez años, ha provocado el desplazamiento
de mas de cinco millones y medio de sirios y, como consecuencia de ella, más
del 80 % de la población vive en situación de pobreza.
Un informe de Amnistía Internacional, de diciembre de 2021, señaló que, en Afganistán:
«Los talibanes, el ejército estadounidense y las fuerzas de seguridad afganas fueron
todos responsables de ataques que provocaron un sufrimiento generalizado de la
población civil antes de que el gobierno se derrumbara este año». Los
conflictos bélicos en el mundo superan el oportunismo de los influencers
desinformados que en la actual crisis se han manifestado, en la redes sociales,
como si la invasión de Rusia a Ucrania inaugurara el concepto de guerra.
Así como en Yemen, Siria, Afganistán
y otros lugares los misiles que han agredido a la población civil fueron
lanzados por unos y otros, en Ucrania, los que hoy son bombardeados por los rusos,
ayer bombardearon a la población del Donbás y los crímenes de guerra —concepto que
es un pleonasmo, pues la guerra en sí misma es un crimen— son cometidos por
todos los bandos. Es imprescindible, aunque difícil, estar conscientes en todo
momento sobre la maldad de la guerra y la perversidad de sus responsables, más
allá de la banalización del mal y la propaganda. La poesía de Brecht ya nos lo
enseñó:
Cuando los de arriba hablan de paz
el
pueblo corriente sabe
que hay guerra.
Cuando los de arriba maldicen la guerra
las órdenes de movilización ya están firmadas.
Así lo han hecho gobiernos y agrupaciones de distinto
signo político: «Rusia ha optado por la guerra como medio para resolver
conflictos. Desde Chile condenamos la invasión a Ucrania, la violación de su
soberanía y el uso ilegitimo de la fuerza». (Gabriel Boric, presidente electo
de Chile). «Ecuador condena la decisión de Rusia de lanzar una operación
militar y la violación a la soberanía e integridad territorial de Ucrania. La
agresión armada vulnera los principios de la Carta de Naciones Unidas, y en
particular la solución pacífica de las controversias». (Guillermo Lasso,
presidente del Ecuador). «México rechaza el uso de la fuerza y condena
enérgicamente la invasión Rusa a Ucrania. Demanda cesen las hostilidades, se
inicie diálogo, se proteja a la población». (Marcelo Ebrard, secretario de
Relaciones Exteriores de México). «Desde el Grupo de Puebla condenamos el uso
unilateral de la fuerza y las graves consecuencias humanitarias que generan los
ataques realizados durante la madrugada por parte de la Federación Rusa a la
capital de Ucrania, Kiev. Hacemos un llamado a respetar el derecho
internacional y buscar una solución pacífica desde el diálogo y la diplomacia».
(Grupo de Puebla, 26 de febrero de 2022).
Amnistía
Internacional, «Afganistán: El derrumbamiento del gobierno,
caracterizado por “los reiterados crímenes de guerra y el implacable
derramamiento de sangre” – nuevo informe», acceso el 27 de febrero de 2022, https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/afganistan-el-derrumbamiento-del-gobierno-caracterizado-por-los-reiterados-crimenes-de-guerra-y-el-implacable-derramamiento-de-sangre-nuevo-informe/