José María y Corina lo habían conversado en alguna de sus tardes de té y facturas: toda muerte engendra ausencias y cada ausencia es un pedazo de muerte que se adhiere para siempre a nuestra piel de solos.
(De El perpetuo exiliado, 2016).

lunes, junio 17, 2024

«El síndrome Salinger»: la violencia sexual del patriarcado literario

           

El síndrome Salinger, de Marcelo Báez Meza, ganó el XI Concurso Nacional de Literatura Miguel Riofrío 2023, organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo de Loja, en el género de novela breve.

Un laboratorio de experimentación discursiva, una escritura de enorme fuerza política, un tratamiento valiente de un problema complejo. Marcelo Báez ha hecho de cada libro suyo un campo de búsquedas estéticas en las que combina la investigación académica, la tradición literaria y la puesta al día de los problemas éticos que se derivan de tales búsquedas. En su más reciente novelina, El síndrome Salinger, —ganadora del XI Concurso Nacional de Literatura Miguel Riofrío 2023—[1], Báez desarrolla un proceso de justicia poética a partir de la exposición del síndrome que lleva el nombre del escritor norteamericano Jerome David Salinger (1919-2010), autor de la celebrada novela The Catcher in the Rye (En español, El cazador oculto o, también, El guardián en el centeno, 1951).

            En realidad, el síndrome Salinger se refiere al miedo de un escritor a mostrarse, a tener visibilidad, pero Báez, con una vuelta de tuerca, plantea su propia versión del síndrome y lo desarrolla a partir del señalamiento de J. D. Salinger como «un experto en el infame arte del grooming», es decir, «la actividad criminal de amistar con un (o una) menor para tener una relación sexual» (143). En el capítulo «Las diez leyes del síndrome Salinger», la voz narrativa, que es femenina, expone, como en un canon, episodios biográficos de Salinger en contrapunteo con la formulación de las leyes del síndrome. En este capítulo, la narradora disecciona el abuso que se da, en la relación de pareja, de un hombre con poder y una mujer menor encandilada por la fama de dicho hombre. El nombre de Salinger encabeza una lista de protagonistas de diversas formas de violencia patriarcal: Neruda y la violación de una criada, Pablo Milanés y el asalto infructuoso a una admiradora de su canto, Foucault y el turismo sexual con niños menores de edad, Juan José Arreola y el abuso sobre dos mujeres de sus talleres literarios, etc.

En el marco del síndrome, el centro de la confrontación entre víctima y victimario reside en la interminable y compleja discusión acerca de los límites del consentimiento. En el capítulo «El caso de Vanessa Springora», el autor describe el testimonio de esta escritora en su libro El consentimiento (2020), que trata sobre su relación con el escritor Gabriel Matzneff cuando ella tenía catorce años y él cincuenta. Producto de esta relación, Vanessa padeció «desórdenes alimenticios, drogas, internaciones, abandono del colegio y del hogar, tratamiento psiquiátrico y psicológico, dificultades para relacionarse con otros hombres, depresión […] se peleó con su mamá, que le advirtió que estaba con un pedófilo» (83). Esta novela, de estructura fragmentaria, está construida con crónicas sobre casos de abuso y violencia sexual, con monólogos de varias mujeres en diversas épocas históricas que develan, al igual de Springora, a sus victimarios.   

El núcleo de la intriga novelesca es la narración de Lucrecia Lanza, una periodista cultural que, en su juventud, fue violada por su profesor de literatura, el crítico y académico ecuatoriano Eduardo Torres y que planifica tomarse la justicia por su propia mano. El capítulo «La violación de Lucrecia» es un texto en clave testimonial que corta el aliento: tiene fuerza narrativa y estremece, tiene verdad vital e indigna. «Qué pasa cuando se recuerda todo vívidamente. Cómo atrapar lo sucedido en palabras» (183), piensa la narradora de la historia. Todos los textos que constituyen la estructura de la novelina adquieren sentido cuando leemos este capítulo y el de su resolución «Ariadna caza al minotauro». El diálogo intertextual, que Báez maneja con maestría, adquiere su profunda dimensión ética y articula la intimidación machista que ejerce la sociedad patriarcal en la historia de la ficción que dialoga con los sucesos de la vida real. Los sentidos de la novela, así estructurada, desenmascararan el abuso y la violencia que se ejerce desde el poder que otorga la fama en el mundillo literario con el mismo sentido que el movimiento Me Too desenmascaró la violencia patriarcal en la industria del cine.

El síndrome Salinger, de Marcelo Báez Meza, es una novelina fragmentaria que conjuga varios géneros discursivos y los amalgama con sabiduría estética, tiene una escritura deslumbrante y envolvente, y, con una radical consciencia política, contribuye al coro de voces de las víctimas de violencia sexual en el mundo del patriarcado literario.  



[1] Marcelo Báez Meza, El síndrome Salinger (Loja: Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo de Loja, 2024). Los números entre paréntesis indican la página de la cita en esta edición.


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