Los posgrados direccionados a la
profesionalización cumplen una función de servicio a la sociedad, que siempre
habrá de requerir profesionales con mayor consciencia sobre su campo de
trabajo. En esta línea, la UASB ha desarrollado una tarea importante, sobre
todo para nuestro país, pues quienes se han formado en este tipo de posgrados contribuyen
de manera significativa a renovar su ejercicio laboral. En todo caso, la
tradición latinoamericana en la formación de las profesiones liberales ha sido modernizada
por la UASB introduciendo posgrados destinados a optimizar la eficiencia y la
eficacia de los egresados en sus tareas profesionales, cuestión que deviene en
merecidas mejoras salariales.
En la orilla paralela, hay que señalar que el posgrado
dirigido a la investigación requiere de una
atmósfera académica donde tanto los docentes y los alumnos estén preparados y
enfocados para producir conocimiento. Para fortalecer el posgrado de
investigación, en el que nuestra institución también se ha destacado, la UASB
debe preparar con mayor énfasis a sus profesores y alumnos en técnicas de
investigación, tanto cuantitativas como cualitativas, como base epistemológica
común que permita un acercamiento conjunto a la ciencia. Con esta base, las
clases deberían cambiar de una estructura magistral, a una de taller, donde el
profesor es más un mediador y guía en la búsqueda de nuevos saberes, antes que un
expositor de conocimientos establecidos y generalmente aceptados. Clases
reducidas donde el objetivo sea la generación de ideas para futura
investigación, tanto de alumnos como de profesores.
Por su parte, el cuerpo
docente, que tiene como objetivo la producción académica, debería apoyarse en
los alumnos para la constitución de equipos investigativos que permitan la
ejecución de proyectos de investigación con más alcance del que se puede
realizar de manera individual. Se tiene que complementar de mejor forma la
investigación cualitativa y bibliográfica, en enfoque actual, con investigación
de tipo cuantitativa y de campo. Asimismo, pasar de los proyectos individuales
a proyectos de mediano y largo aliento, de tipo colectivo, en el que docentes y
estudiantes investiguen de manera conjunta. En esta atmósfera, con estas bases,
y con estos objetivos, se genera espacios más adecuados para la investigación.
Y, claro está, una vez que todas las áreas tengas estas bases, entonces se puede,
y debe, iniciar ambiciosos proyectos
interdisciplinarios. En este proceso, el Comité de Investigaciones juega un
papel fundamental.
Los congresos que se organizan
deberían privilegiar la presentación de los procesos investigativos y menos los
artículos de opinión académica de temas coyunturales. De igual manera, se debe
fomentar talleres a diferentes niveles: desde aquellos dentro del área, donde
estudiantes y profesores pueden presentar su investigación para obtener crítica
constructiva de sus pares, pasando por presentaciones en departamentos de otras
universidades, hasta congresos donde se reúnen varias disciplinas, se presentan
los proyectos de investigación y hay un intercambio variopinto de ideas. Vale
la pena, en esta línea, dejar de lado la modalidad de “exposición magistral”
que, al parecer, prevalece en nuestro sistema universitario.
La investigación, tanto en los programas de maestría
como en los doctorados y posdoctorados, debería mirar hacia los requerimientos
nacionales imbricados en la situación de la región, dada la vocación
integradora de la UASB, y explicitar la relación entre la construcción cultural
de lo andino, las necesidades del sistema productivo y el posicionamiento de
nuestro aparato académico en la sociedad. Al mismo tiempo, las revistas de la
UASB podrían abrir más espacios para la publicación de los procesos de
investigación en sus diferentes estadios y, por lo pronto, la comunidad
académica privilegiar aquellas investigaciones de campo ubicadas en lo regional
andino y suramericano. Como ya lo señalara el maestro Simón Rodríguez en Sociedad americanas (1828):
¿Dónde iremos a
buscar los modelos?
—La América
española es original = ORIGINALES han
de ser sus Instituciones y su Gobierno = y ORIGINALES
los medios de fundar uno y otro
O
Inventamos o Erramos.
No obstante el éxito que haya tenido el modelo de
posgrados direccionados a la profesionalización, el posgrado como tal es
también un proceso permanente de aprendizaje basado en la investigación,
entendida como una actividad científica de cooperación entre docentes y
estudiantes. En esta dirección, es necesario diferenciar
los enfoques y objetivos de un posgrado destinado a la profesionalización y
otro que tenga por objetivo el desarrollo de la investigación. No se trata,
obviamente, de opciones que se excluyan entre sí sino de ofertas académicas que
comparten espacios en el mundo universitario, pero es un imperativo para
avanzar el que en nuestra universidad sea fortalecido el posgrado direccionado
a la investigación.
PS: Con
indignación he leído un pasquín en contra de Enrique Ayala Mora que circula en
correos electrónicos. Rechazo con firmeza este tipo de ataques a las personas,
en general, y en particular a Enrique, por varias razones: la primera, porque
es mi amigo aun cuando tengamos visiones diferentes de la política actual; la
segunda, porque denigra el ambiente académico de la universidad; y, la tercera,
porque enturbia un proceso de nombramiento del nuevo rector que debe ser llevado
con respeto a la diferencia hasta el final.