"Mientras viva siempre te recuerdo", en la sala central de la biblioteca Julio Mario Santo Domingo. |
“He pintado como si gritase
desesperadamente, y mi grito fue sumado a todos los gritos que la humillación
exprime, la angustia del tiempo que nos tocó vivir”, ha dicho Oswaldo Guayasamín
(1919 – 1999).
La de Guayasamín es una obra artística que
transita, en los primeros años (Huacayñán),
por la vanguardia indigenista, evidenciado un aprendizaje que le viene de
Picasso. Luego, una etapa que llevan en sí la fuerza demoledora de un trazo
expresionista acoplado a un discurso potente de su plástica (La edad de la ira). Finalmente, en
recuerdo de su madre, Guayasamín suaviza las formas, llena de luz y colores
vivos la última etapa de su producción (Mientras
viva siempre te recuerdo).
Instalando "De la ira a la ternura" en la Embajada de Ecuador. |
El 1 de
noviembre llegaron desde Quito cuarenta obras gráficas al auditorio de la
Embajada. Al día siguiente, de 10 am a 8 pm, una parte de serie fue instalada
en el auditorio de la Embajada. Esta serie gráfica denominada “De la ira a la
ternura”, es exhibida desde el 3 de diciembre, ya completa, en el Centro Cultural
Gabriel García Márquez.
El martes
3 de noviembre llegaron a la biblioteca Julio Mario Santo Domingo cuarenta y
tres obras y el montaje se realizó durante todo el día, hasta las 2 de la
mañana del día siguiente. El miércoles 4 llegaron a las 9 am, a la biblioteca
Virgilio Barco, treinta y siete obras, y se trabajó en el montaje hasta las 6
pm.
En los tres montajes estuvieron Berenice y
Pablo Guayasamín, curadores de la muestra e hijos del maestro, quienes contaron
para la instalación de las obras, con el trabajo del personal de Biblored y de
la Embajada del Ecuador.
Fue así como todo estuvo listo para
que, del 5 de noviembre al 17 de diciembre, después de treinta años, una
retrospectiva de la obra de Guayasamín haya visitado nuevamente Colombia. En
esta ocasión, una alianza entre la Embajada de Ecuador en Colombia y la
Alcaldía Mayor de Bogotá permitió que la obra del “Pintor de Iberoamérica”
—según la declaración de la IX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de
Gobierno, en 1999— se exhibiera como una contribución a la programación
cultural de Bogotá Humana.
"Huacayñán" en la biblioteca Virgilio Barco. |
La primera etapa de la obra de
Guayasamín es conocida como Huacayñán.
Sobre esta palabra quichua, él ha dicho: “La traducción de huacayñán al español tiene varias
interpretaciones. La más profunda, que me han dado los indios, es ‘el camino
por el que camina la lágrima’, el pliegue del párpado inferior, antes de rodar
por la mejilla”. Una muestra de treinta y siete cuadros se instaló
en la biblioteca Virgilio Barco. A ella fue añadido un retrato que el maestro
hiciera del ex presidente Belisario Betancur, en 1984.
En la
biblioteca Julio Mario Santo Domingo, JMSD, fueron exhibidos un total de cuarenta
y siete obras, pertenecientes tanto a La
edad de la ira como a Mientras viva
siempre te recuerdo. Un lugar destacado ocuparon los cuadros de gran
formado de la serie “Mujeres llorando”. Se trata de un grupo de siete
obras que, según la Fundación Guayasamín, “representa el sufrimiento del pueblo
español durante su guerra civil. Cada familia perdió un esposo, un hermano, un
hijo. En última instancia, solían ser las mujeres las que quedaban para
lamentar su ausencia”.
"La edad de la ira", en la sala de exhibición de la biblioteca Julio Mario Santo Domingo. |
De 1988 a
1998, Guayasamín pintó más de cien obras en memoria de su madre y, por extensión,
como un homenaje a todas las madres: una obra simbólica de lo que para él fue
siempre la defensa de la vida: “Mi madre era como el pan recién salido del
horno. Me dio las dos vidas que tengo. Era y sigue siendo una tierna poesía”.
"Mientras viva siempre te recuerdo" en la biblioteca Julio Mario Santo Domingo. |
El poeta chileno Pablo Neruda,
premio Nobel de Literatura, al reflexionar sobre La edad de la ira, nos advierte sobre una particular actitud
espiritual frente a ella: “Pensemos antes de entrar en su pintura, porque no
nos será fácil retroceder”.
Las cenizas del maestro —fallecido el 10
de marzo de 1999— descansan “en el vientre oscuro y fresco de una vasija de
barro”, bajo el “Árbol de la Vida”, un pino plantado por el propio Guayasamín,
quien profetizó: “Siempre voy a volver. Mantengan encendida una luz”.
"Huacayñán", en la biblioteca Virgilio Barco. |