Cantares del pueblo ecuatoriano, p. 106. |
En Cantares
del pueblo ecuatoriano, Juan León Mera registra la palabra montuvio,
via, como sinónimo de montañés, con la siguiente definición:
«Dase en la costa el nombre de montuvio al habitante de los campos y
selvas. Equivale al chagra de la sierra» [2]. He ilustrado esta entrada
de mi blog con la página 106 de Cantares en donde aparece tal definición,
a propósito de la llamada a una nota al pie que el propio Mera hace sobre el
vocablo montuvia:
Yo le dije
a una montuvia
Que se
dejara querer,
Y, no sé
por qué sería,
No me quiso
responder.
Paulo de Carvalho-Neto, en
su Diccionario del Folklore Ecuatoriano, mantiene las dos escrituras de
la palabra, pero desarrolla su estudio bajo la forma montuvio. Para montubio
anota: «Variante gráfica de montuvio», y añade: «Según [Justino] Cornejo, la grafía b
fue fijada por la Academia de Madrid», aunque no dice cuándo. Carvalho-Neto
cita la Semántica o ensayo de lexicografía ecuatoriana (1920), de Gustavo
Lemos, que explica la etimología de montubio: «Seguramente se formó este
vocablo del sustantivo monte y la partícula griega bio, que
significa vida, cambiando únicamente en u la vocal de enlace e,
tal por vez por eufonía. Montubio, equivaldría, pues, a mont-u-bio, esto
es, que vive en el monte».[3]
El montuvio ecuatoriano, 1937. |
Los escritores de la Generación del
30 establecieron en sus obras el uso de montuvio. Así, el subtítulo de Los
que se van (1930), de Demetrio Aguilera Malta, Joaquín Gallegos Lara y Enrique
Gil Gilbert, es «Cuentos del cholo i del montuvio»; José de la Cuadra subtitula
Los Sangurimas como «novela montuvia ecuatoriana», y a su lúcido ensayo
sobre la identidad cultural del campesino de la costa, lo llamó El montuvio
ecuatoriano (1937). No se conoce que alguno de ellos haya explicado el
porqué de la escritura montuvio con «v».
Hasta su
vigésimo segunda edición (2001), el DLE, registraba montubio y lo
definía así: Montubio, bia. adj. Am. Dicho de una persona:
Montaraz, grosera. U.t.c.s. 2. m. y f. Col. y Ecuad. Campesino de
la costa. Finalmente, en
su vigésimo tercera edición (2014), actualizada en línea a 2019, el DLE tiene
una nueva entrada: Montuvio, via. m. y f. Ec. Campesino de la
costa. La inclusión de montuvio en el DLE, como de uso en Ecuador, se
dio por solicitud de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, según lo cuenta en el
artículo «Montubio, no: montuvio» la ensayista Susana Cordero de Espinosa, su
actual directora: «Usted [Ángel Loor Giner] me habló con énfasis de esta preocupación [que,
en el DLE, aparecía el vocablo montubio, con una connotación negativa,
y no montuvio, con la definición que ahora consta en él] a la que
pude dar curso personalmente, en calidad de coordinadora lingüística de nuestra
Academia Ecuatoriana, en una de tantas reuniones a que asistí en Madrid o en
otra capital de habla española».[4]
Finalmente, Humberto
Robles, en el prólogo a su edición crítica de El montuvio ecuatoriano, plantea
que el origen «quizás, remitía a una etimología latina igualmente persuasiva,
y, a lo mejor, hasta aun más ilustrativa: monte y río (fluvius).
Montuvio sería entonces el genuino habitante de esa “zona… de la costa del
Ecuador regada por los grandes ríos y sus numerosos tributarios” [concluye,
citando a De la Cuadra]»[5]. Una aproximación bastante
más rigurosa que la ocurrencia de Miguel Donoso[6] que ha sido, y, de cuando
en cuando, sigue siendo, desaprensivamente, repetida. Lo cierto es que el
montuvio de la costa ecuatoriana llegó y se instaló con nombre propio en el DLE
de la península ibérica.[7]
[1] José de la Cuadra, Los
Sangurimas, Colección Joyas Literarias, novelas breves del Ecuador, prólogo
de Miguel Donoso Pareja (Quito: Editorial El Conejo, 1984), 10.
[2] Juan León Mera, Cantares
del pueblo ecuatoriano (Quito: Academia Ecuatoriana, 1892), 106, (en cursiva,
en el original).
[3] Paulo
de Carvalho-Neto, Diccionario del Folklore Ecuatoriano (Quito: Casa de
la Cultura Ecuatoriana, 1964), 298-299 (en negrita, en el original).
[4] Susana Cordero de Espinosa,
«Montubio, no: montuvio», El Comercio, 11 de enero de 2015, https://www.elcomercio.com/opinion/columna-susanacorderodeespinosa-opinion-idioma-montubio.html
[5] Humberto Robles, «Introducción»,
a José de la Cuadra, El montuvio ecuatoriano, edición crítica de Humberto
Robles (Quito, Libresa / UASB, 1996), IV-V.
[6] El propio Donoso Pareja, años más tarde, suprimió
dicha ocurrencia, cuando reprodujo los doce prólogos de la Colección
Joya literarias, ya citada, en Novelas breves del Ecuador (Quito:
Editorial El Conejo, 2008). Lastimosamente, en esa edición, los editores se decidieron
por el vocablo montubio en el texto de Donoso y, sin ningún criterio que
lo respalde, también en las citas de la novela De la Cuadra.
[7] Este artículo puede ser
reproducido, total o parcialmente, siempre que se solicite autorización al autor y se cite su fuente:
Vallejo, Raúl. «El montuvio ya se instaló con nombre propio en el Diccionaio de la Lengua Española». Acoso
textual (blog). 13 de julio de 2020. http://acoso-textual.blogspot.com/2020/07/el-montuvio-ya-se-instalo-con-nombre.html