Presentación del poemario Mística del tabernario, el 22 de octubre, en el Salón de Honor, del edificio Olmedo, en la UASB; con los poetas Xavier Oquendo y Sandra De la Torre. |
El proceso de nombramiento del
rector de la UASB, sede Ecuador, cumplió la
primera etapa de consulta previa, no vinculante. Agradezco, fraternalmente, a
las personas que apoyan mi postulación y manifiesto mi respeto por aquellas que
lo hacen por César Montaño. Yo no llevé a cabo, en rigor, una “campaña
electoral” porque, en primer lugar, resido en Bogotá, Colombia, y, en segundo
lugar, porque he asumido desde un principio, como señalan con claridad los
Estatutos, que en la UASB, una universidad de la región, el sistema para la
designación del rector es de nombramiento y no de elección. Tanto es así que
todas las autoridades dentro de la universidad son escogidas por el propio
rector sin ningún tipo de propuestas o sugerencias de sus respectivas áreas.
Es
lamentable, por cierto, que no se haya aclarado suficientemente este punto, en
el intento de posicionar la idea de que el Consejo Superior tiene que acatar
sin más el resultado de la consulta, jugando, sin ningún recato, con la figura
de la presión a través de agentes internos y externos a la UASB. Además, en
esta desigual “campaña”, ni las asociaciones ni la comisión de Consulta previa aceptaron
organizar un diálogo público y conjunto de los postulantes para exponer, en
igualdad de condiciones, nuestros planes de trabajo; es más, ni siquiera la invitación
de Francisco Herrera Arauz, de Ecuador Inmediato, ni de Diego Oquendo, de Radio
Visión, para dialogar en sus respectivos programas, fueron aceptadas por César
Montaño. Pero, más cuestionable aún, fue la parcialización —pública y mediática—
del rector saliente a favor del otro postulante.
En
todo caso, el Consejo Superior, que se reunirá del 5 al 7 de noviembre en
Sucre, Bolivia, ahora que sabe que ambos postulantes gozan de apoyos
—diferentes, eso sí, en la medida en que uno hizo 45 días de campaña y yo, con
todo derecho, me acogí a una forma distinta de exponer mis ideas y mi propuesta
para la UASB—, tiene la tarea de sopesar los elementos de las hojas de vida de
cada uno, su experiencia de gestión y docencia, sus publicaciones, sus premios
y distinciones, el modelo de gestión que se propone y la capacidad de llevarlo
a cabo, y si los grados académicos de los postulantes cumplen con los
requisitos que señala la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) del Ecuador.
En
medio de este proceso de nominación, dejo constancia de mi gratitud a los
intelectuales y artistas ecuatorianos, encabezados por Abdón Ubidia (Premio
Espejo 2011) y Pavel Egüez, autor de los hermosos murales de la UASB, por señalar
en carta abierta al Consejo Superior, su respaldo a mi postulación. Igualmente
a Fernando Tinajero (Premio Espejo 2015), Julio Pazos (Premio Casa de las
Américas), Raúl Pérez Torres (Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana),
Iván Egüez, Jorge Dávila Vázquez, Jorge Núñez (Premio Espejo 2010), Jenny
Londoño, Edgar Allan García, Raúl Arias, Juana Neira, entre otros.
Asimismo, agradezco, muy
especialmente, tanto al ex presidente Alfredo Palacio, en cuyo gobierno serví
al país como ministro de Educación y Cultura, como al académico Humberto Robles,
profesor Emérito de Northwestern University y visitante del Área de Letras y
Estudios Culturales de la UASB, por las sendas cartas de apoyo que han enviado
al Consejo Superior.
De
igual manera, a los ex estudiantes de Colombia, Venezuela, Argentina y España
que, aunque no pudieron votar en la Consulta previa, han enviado las
respectivas notas de apoyo a mi postulación. Y, también, a los estudiantes
ecuatorianos que se acercaron espontáneamente y con cariño a saludar y a votar
por mi propuesta el día 30 de octubre. Y, algo muy importante desde el afecto, va mi
gratitud al pequeño equipo de trabajo que se encargó de difundir mis ideas
sobre la universidad y lo que será mi rectorado de ser nominado por el Consejo
Superior.
Debo
decir también que durante el proceso de la consulta previa no quise interrumpir
las clases de los estudiantes ni alterar la vida académica y funcionamiento
administrativo de la UASB; así como tampoco respondí a la ola de rumores,
mentiras (con las que se pretendió convertirme en un extraño o supuesto “enemigo”
de la Universidad a la que contribuí a fundar y con la que siempre he estado y
estoy vinculado) y ataques cibernéticos de quienes —esos sí— han politizado a
la institución como en los viejos tiempos en que la ultraizquierda hipotecó la
autonomía de la universidad ecuatoriana convirtiéndola en reducto de sectarios.
Mi
propuesta, ustedes lo saben, tiene como pilar fundamental inaugurar un nuevo
estilo de conducción académica y administrativa, muy distante de personalismos
y cacicazgos, pero muy cerca de las necesidades profesionales de la gente que
labora en la Universidad, en cada ámbito de su gestión —sea académico o
administrativo—. Para ello, generaré líneas de trabajo que descentralicen las
funciones del rectorado y permitan a los directores de áreas y sus equipos
tener capacidad de acción y decisión en lo que ataña a sus responsabilidades.
También
reafirmo mi compromiso de que, de resultar designado rector, no optaré por
ningún cargo de elección popular pues, más allá de que la Ley lo permita,
considero que aquello politiza sin beneficio de inventario a nuestra querida institución.
Finalmente, ratifico los conceptos desarrollados en las siete cartas anteriores
respecto de mis principios, visión y programa de trabajo y, si soy nombrado rector
por el Consejo Superior, asumiré la función con las estrictas credenciales académicas
que merece este nuevo período de la Universidad Andina Simón Bolívar.
Con el poeta Julio Pazos, luego de la charla "Bolívar y el alma del héroe", el 13 de octubre, en el salón Manuela Sáenz, de la UASB. |