Guayaquil, lunes 23 de julio de 2007
Sr. Dn.
Carlos Pérez Barriga
DIRECTOR DIARIO EL UNIVERSO
Ciudad
Estimado señor:
Cinco puntos que debo señalar con respecto al texto MINISTRO TUVO TRATO PREFERENCIAL (sábado 21 de julio, sección GRAN GUAYAQUIL), a propósito de la presentación del libro Crónica del mestizo de Raúl Vallejo Corral.
Primero, quiero agradecer la cobertura cultural del diario tanto en la presentación en Quito del 10 de enero de 2007 como la del 18 de julio acá en Guayaquil.
Segundo, debo aclarar que Raúl no tuvo ningún trato preferencial ya que lo que él hizo fue lo que todos los escritores —que hemos ganado premios en alguna bienal de poesía en Cuenca— hemos hecho: publicar en otra editorial. Las bienales cuencanas suelen demorarse demasiado en publicar poemarios ganadores por lo que uno tiene que agenciárselas en otra casa editora. La verdad es que publicar en la Atenas del Ecuador tiene sus bemoles: las ediciones son de escaso tiraje y suelen quedarse encerradas en el Austro, es decir, no hay una adecuada difusión. Hay inclusive algunos casos en que escritores que han publicado en Cuenca se han visto obligado a republicar en editoriales de Quito o Guayaquil para poder difundir mejor sus obras.
Tercero, es mi deber consignar que sólo los escribidores novicios (léase novatos o jovencitos advenedizos de los tantos que pululan por ahí) acostumbran a contratar ediciones, por lo que nombres de consagrados como Abdón Ubidia, Jorge Velasco Mackenzie, Iván Egüez, Miguel Donoso Pareja y del mismo Raúl Vallejo no entran en ese tipo de transacciones. Este último recibió el mismo trato que tienen escritores como los arriba nombrados: su edición fue costeada por el editor y deberá recibir el 10% por cada ejemplar vendido, tal y como lo estipula la ley de derechos de autor.
Como cuarto punto, tengo que aseverar que entre los escritores que forman parte de mi fondo editorial están los mejores de este país, incluyendo el autor de Crónica del mestizo. Basta con solo revisar el índice de la antología de narrativa El escote de lo oculto que preparé con Dalton Osorno, donde están, entre otros, Aminta Buenaño, Sonia Manzano, Javier Vásconez, Jorge Dávila… El hecho de que Raúl sea ministro es circunstancial. Él es un excelente escritor independientemente de su servicio público.
Como quinto y último punto debo recordar que mi editado ganó en 1992, con Fiesta de solitarios, el premio Ismael Pérez Pazmiño, al mejor libro de cuentos. Este certamen fue organizado por los 70 años que cumplió el diario de su acertada dirección. Debería ser grato recordar esta distinción no solo porque se trata de un concurso del periódico sino también porque se trata de un antepasado suyo, señor director, ancestro que hizo mucho por la cultura de nuestro país. Es un premio que solamente ha sido obtenido por contados escritores y que debería ser de orgullo para el periódico que usted dirige. Por eso, cuando se hable del escritor de Crónica del mestizo habría que consignar siempre lo siguiente: Raúl Vallejo Corral, ganador del Ismael Pérez Pazmiño de Diario El Universo.
Sin más que añadir, quedo de usted.
Marcelo Báez
EDITOR DE CRÓNICA DEL MESTIZO
José María y Corina lo habían conversado en alguna de sus tardes de té y facturas: toda muerte engendra ausencias y cada ausencia es un pedazo de muerte que se adhiere para siempre a nuestra piel de solos.
(De El perpetuo exiliado, 2016).
domingo, julio 29, 2007
Contrarréplica a El Universo
Quito, 29 de julio de 2007
Señor
CARLOS PÉREZ BARRIGA
Director de diario El Universo
Guayaquil-
De mis consideraciones:
Toda vez que a El Universo le incomoda que un ciudadano argumente in extenso sobre un tema fundamental, escribo esta contrarréplica de manera breve:
1) Al publicar mi carta, no me “están dando gusto”, como dicen: sólo cumplen una obligación consagrada en el artículo 23, numeral 9 de la Constitución.
2) Mi opinión personal no es la del gobierno: es un punto de vista que como intelectual siempre he defendido. Punto de vista, además, expresado con altura académica.
3) Al no responder al análisis sobre el sensacionalismo de los medios, ustedes reducen mi argumentación a un reclamo puntual; lamento que confundan lo sustantivo con lo adjetivo.
4) La explicación que dan acerca de la noticia sobre la inauguración de las escuelas solo ratifica lo dicho por mí: ustedes se habían fijado de antemano un objetivo; no obstante, la realidad es diferente y así debieron informarlo.
5) No ha habido ningún trato preferencial en la edición de mi libro: yo pedí, con la delicadeza del caso, la autorización correspondiente a los organizadores y esa autorización me fue dada por mi trayectoria de escritor. En el supuesto no consentido de que haya habido un trato preferencial como ustedes creen eso sería responsabilidad de los organizadores y no mía. Por lo demás, desconozco si algún autor en el pasado pidió dicha autorización y le fe negada. El que ustedes insistan en su interpretación sólo demuestra incapacidad para la autocrítica por parte de los editores que redactaron la respuesta.
6) Efectivamente, “noticia es lo que ocurre en la realidad,” mas sucede que la realidad no abarca sólo la mala noticia: ¿o ustedes creen que únicamente ocurre en la realidad lo que se publica en la sección de crónica roja? En todos los casos, es un editor de noticias el que decide qué informa, en qué espacio, y qué no publica o qué publica de manera minimizada.
7) Insisto en que el lector tiene el derecho de conocer cuál es la tendencia de quien escribe y ésta debe ser reseñada de buena fe. Es todo lo contrario a la intolerancia que ustedes pretenden endilgarme: en mi carta señalé que los artículos de opinión deben ser escritos de manera libérrima. Yo, en lo personal, no suelo encasillar a las personas por su ideología sino que trato de entender sus argumentos. Así lo he hecho siempre, así lo continuaré haciendo más allá de la confrontación política coyuntural.
Este saludable debate profundiza la libertad de expresión, que tanto usted, señor director, como yo defendemos. Por lo mismo celebro con esperanza su actitud democrática al publicar mi carta anterior.
Saludos cordiales,
Raúl Vallejo Corral
Ministro de Educación
Señor
CARLOS PÉREZ BARRIGA
Director de diario El Universo
Guayaquil-
De mis consideraciones:
Toda vez que a El Universo le incomoda que un ciudadano argumente in extenso sobre un tema fundamental, escribo esta contrarréplica de manera breve:
1) Al publicar mi carta, no me “están dando gusto”, como dicen: sólo cumplen una obligación consagrada en el artículo 23, numeral 9 de la Constitución.
2) Mi opinión personal no es la del gobierno: es un punto de vista que como intelectual siempre he defendido. Punto de vista, además, expresado con altura académica.
3) Al no responder al análisis sobre el sensacionalismo de los medios, ustedes reducen mi argumentación a un reclamo puntual; lamento que confundan lo sustantivo con lo adjetivo.
4) La explicación que dan acerca de la noticia sobre la inauguración de las escuelas solo ratifica lo dicho por mí: ustedes se habían fijado de antemano un objetivo; no obstante, la realidad es diferente y así debieron informarlo.
5) No ha habido ningún trato preferencial en la edición de mi libro: yo pedí, con la delicadeza del caso, la autorización correspondiente a los organizadores y esa autorización me fue dada por mi trayectoria de escritor. En el supuesto no consentido de que haya habido un trato preferencial como ustedes creen eso sería responsabilidad de los organizadores y no mía. Por lo demás, desconozco si algún autor en el pasado pidió dicha autorización y le fe negada. El que ustedes insistan en su interpretación sólo demuestra incapacidad para la autocrítica por parte de los editores que redactaron la respuesta.
6) Efectivamente, “noticia es lo que ocurre en la realidad,” mas sucede que la realidad no abarca sólo la mala noticia: ¿o ustedes creen que únicamente ocurre en la realidad lo que se publica en la sección de crónica roja? En todos los casos, es un editor de noticias el que decide qué informa, en qué espacio, y qué no publica o qué publica de manera minimizada.
7) Insisto en que el lector tiene el derecho de conocer cuál es la tendencia de quien escribe y ésta debe ser reseñada de buena fe. Es todo lo contrario a la intolerancia que ustedes pretenden endilgarme: en mi carta señalé que los artículos de opinión deben ser escritos de manera libérrima. Yo, en lo personal, no suelo encasillar a las personas por su ideología sino que trato de entender sus argumentos. Así lo he hecho siempre, así lo continuaré haciendo más allá de la confrontación política coyuntural.
Este saludable debate profundiza la libertad de expresión, que tanto usted, señor director, como yo defendemos. Por lo mismo celebro con esperanza su actitud democrática al publicar mi carta anterior.
Saludos cordiales,
Raúl Vallejo Corral
Ministro de Educación
Respuesta de El Universo a mi carta
Reproduzco lo aparecido en diario El Universo, el domingo 29 de julio de 2007.
El ministro de Educación, Raúl Vallejo, dirigió esta larga carta a Diario EL UNIVERSO y exigió que la publicáramos sin ediciones. Estamos conscientes de que al darle gusto al ministro estamos restringiendo el derecho de otros lectores a expresar sus puntos de vista, pero también creemos que el texto permite comprender la concepción que este régimen tiene de la labor de los medios de comunicación, por lo que la publicamos, haciendo excepción a nuestro derecho de editar las cartas, que nos lo reservamos (como se anuncia siempre en esta página) para distribuir el espacio disponible entre varios lectores.
Respuesta al ministro Vallejo
La extensa carta del ministro Raúl Vallejo se explaya sobre tantos temas y con tanta amplitud que para responderle con propiedad deberíamos emplear un espacio igual o mayor al suyo. El ministro nos critica, por ejemplo, cómo titulamos las noticias de fútbol; le molesta que no precisemos la ideología de cada columnista y hasta discute sobre cómo deberíamos presentar las noticias sobre la modelo chilena Cecilia Bolocco.Son preocupaciones sin duda todas muy interesantes, pero por respeto al tiempo de los lectores y economía de espacio debemos escoger solo aquellas que reclaman especial atención.
Comencemos por lo que entendemos que le preocupa al Ministro: el enfoque que supuestamente ha tenido en nuestras páginas su gestión y de manera especial el poco espacio que le habríamos dado a su participación en algunos eventos de los que este Diario informó el 19 de julio. Según el Ministro, en esa nota “se silenció, no sé si de manera deliberada, la presencia del ministro de Educación: jamás publicaron una foto del acto”. Lamentablemente, el Secretario de Estado parece no haber reparado en que esa nota no tenía como objetivo informar de su labor sino que fue parte de una serie de artículos (que se publicaron entre el 4 y el 24 de julio, casi a día seguido) para informar las actividades del Alcalde de Guayaquil en el mes de la ciudad. De allí su título: ‘Nebot, entre tarimas y ofertas’. Otros títulos de esa misma serie fueron: ‘Nebot inauguró 4 escuelas y recorrió el Guasmo’ (13 de julio), ‘Alcalde Nebot entregó 1.057 títulos de propiedad’ (15 de julio), ‘Nebot no pedirá dinero al Gobierno’ (17 de julio), ‘Nebot: Habrá sanción si Interagua no cumple’ (18 de julio).Al Ministro se lo mencionó en la nota del 19 porque ese día estuvo junto al Alcalde. Con el mismo espíritu, los demás días se mencionó a otras personas que hasta la fecha no se han quejado.Aun así, ese mismo 19 de julio nos escribió la asesora de Comunicación del Ministro para informarnos del malestar del secretario de Estado y para invitarnos a que hagamos un “gesto de reconocimiento” de las “buenas acciones” de Raúl Vallejo.
Por las razones expuestas, consideramos que el reclamo no tenía fundamentos, pero respetuosos de la crítica ajena informamos de esa carta el 21 de julio bajo el título ‘Ministro pide se resalte su trabajo con Nebot’.Para nuestra sorpresa, aquello también disgustó al Ministro, que ahora nos acusa de emplear un título “tendencioso” y de usarlo “como un pretexto para priorizar la confrontación”.Hubiese sido útil que el Secretario especifique dónde encontró ese supuesto ánimo nuestro de “confrontar”. ¿En el titular, que destaca el pedido del Ministro de que se resalte su buena relación con el Alcalde? ¿En el texto de la nota, que se limita a reproducir la carta de su asesora? ¿O en la foto, que muestra al Alcalde y el Ministro en un gesto muy caballeroso entre ambos?
El Ministro nos critica también porque en esa misma página se incluyó otra nota sobre la publicación de un libro suyo.El hecho ocurrió cuando Raúl Vallejo era ministro de Educación en el gobierno de Alfredo Palacio y consiguió que la entidad que posee los derechos de edición de ese libro le dé la autorización correspondiente, siendo que ese derecho se les había negado antes a otros escritores. Al Ministro ese trato preferencial le parece normal y lo atribuye a su destacada carrera literaria. Lamentamos no coincidir, por mucho que reconozcamos sus méritos como escritor. Uno de los mayores problemas del país es que los funcionarios públicos constantemente les piden a los ciudadanos e instituciones privadas un trato especial, lo que constituye el mejor caldo de cultivo para posteriores abusos.
Respuesta al ministro Vallejo (II)
Pero aun si eso no fuese suficiente, ocurrió además que las invitaciones al lanzamiento del libro en Guayaquil (que se realizó el día anterior a nuestra nota) fueron cursadas en papelería del Ministerio de Educación y a través de su departamento de Prensa. Fue todo eso lo que le dio actualidad y valor noticioso a ese asunto, y por eso lo publicamos.De tal modo que no ha habido mala fe con el Ministro, ni hemos manipulado las noticias sobre su gestión, ni mucho menos hemos querido afectar su buen nombre.
Pero como el Ministro necesitaba darles más piso a tan frágiles críticas, nos acusa también de ser un diario de oposición. ¿Con qué pruebas? Que pusimos en primera plana el alza de precios de algunas medicinas y solo en la página once la reunión del Presidente con algunos emigrantes en España.Es fácil entender que la primera noticia se refiere a la salud de millones de ecuatorianos y la segunda a un acto proselitista del Gobierno, que aprovechó un viaje pagado por los contribuyentes para hacer propaganda de sus candidatos. No tenemos ninguna duda de cuál fue en aquella ocasión la noticia importante y cuál la secundaria.
El Ministro agrega también que solo publicamos cartas contra el Gobierno. Pero cualquier lector podrá comprobar que eso no es cierto si revisa las ediciones de los últimos meses, donde hay varias cartas publicadas a favor del régimen. Debemos reconocer, eso sí, que en general a nuestra redacción llegan pocas cartas que aplauden la gestión del presidente Correa, o vienen acompañadas de insultos y agravios o sin firma de responsabilidad. Aun así, expurgamos los epítetos para publicar las misivas que sean rescatables.
Lo que el Ministro sí pudo haber argumentado es que Diario EL UNIVERSO ha criticado muy severamente a este Gobierno. Pero en ese caso le habríamos respondido que lo mismo se ha hecho con el Alcalde, el Prefecto, los diputados, los dirigentes de los distintos partidos políticos, etcétera. Nunca privilegiamos a ningún actor político sobre los demás. De todos señalamos sus logros y sus desaciertos. No es casual que muchos mandatarios y políticos de distinta tendencia, sobre todo en años recientes, se hayan expresado sobre EL UNIVERSO en términos incluso peores a los que ahora utilizan el ministro y el presidente Correa.
Digamos finalmente que el Ministro nos hace varias sugerencias que no podemos acoger. Nos pide, por ejemplo, que tomemos “la iniciativa en la búsqueda y producción de noticias esperanzadoras” (el destacado es nuestro). Solo podemos responderle que noticia es lo que ocurre en la realidad. Si se trata de buenas noticias, tanto mejor. A diferencia de lo que mucha gente cree, los lectores sí quieren leer sobre acontecimientos positivos. Pero rara vez ocurren en nuestro mundo político, y no es tarea del periódico fabricarlas o “producirlas”.Por último, el Ministro nos propone que identifiquemos ideológicamente a las personas que escriben artículos de opinión en nuestras páginas: este es liberal, el de más allá conservador, el otro socialista, y así.Semejante sugerencia es imposible de aplicar. El Ministro, por ejemplo, se considera “socialdemócrata”; pero eso no aclara nada porque habría que preguntarle de qué línea: ¿la de Tony Blair, la de Raúl Alfonsín o la de Lula?
Pero además es una propuesta que revela un método político intolerante, el mismo que emplea este Gobierno: obligar a las personas a que se encasillen en cierta ideología para luego ubicarlas como aliadas o enemigas.La prensa, naturalmente, no puede caer en semejante error. ¿Nos toca a nosotros decidir qué filiación tienen Javier Ponce, Walter Spurrier, Nelsa Curbelo o el mismo Raúl Vallejo? ¿Es que acaso somos jueces del pensamiento ajeno?
Nuestra única misión es abrir las páginas de EL UNIVERSO a la mayor cantidad de tendencias posibles. Son los lectores los únicos con derecho a juzgar ese pensamiento.
Diario EL UNIVERSO
El ministro de Educación, Raúl Vallejo, dirigió esta larga carta a Diario EL UNIVERSO y exigió que la publicáramos sin ediciones. Estamos conscientes de que al darle gusto al ministro estamos restringiendo el derecho de otros lectores a expresar sus puntos de vista, pero también creemos que el texto permite comprender la concepción que este régimen tiene de la labor de los medios de comunicación, por lo que la publicamos, haciendo excepción a nuestro derecho de editar las cartas, que nos lo reservamos (como se anuncia siempre en esta página) para distribuir el espacio disponible entre varios lectores.
Respuesta al ministro Vallejo
La extensa carta del ministro Raúl Vallejo se explaya sobre tantos temas y con tanta amplitud que para responderle con propiedad deberíamos emplear un espacio igual o mayor al suyo. El ministro nos critica, por ejemplo, cómo titulamos las noticias de fútbol; le molesta que no precisemos la ideología de cada columnista y hasta discute sobre cómo deberíamos presentar las noticias sobre la modelo chilena Cecilia Bolocco.Son preocupaciones sin duda todas muy interesantes, pero por respeto al tiempo de los lectores y economía de espacio debemos escoger solo aquellas que reclaman especial atención.
Comencemos por lo que entendemos que le preocupa al Ministro: el enfoque que supuestamente ha tenido en nuestras páginas su gestión y de manera especial el poco espacio que le habríamos dado a su participación en algunos eventos de los que este Diario informó el 19 de julio. Según el Ministro, en esa nota “se silenció, no sé si de manera deliberada, la presencia del ministro de Educación: jamás publicaron una foto del acto”. Lamentablemente, el Secretario de Estado parece no haber reparado en que esa nota no tenía como objetivo informar de su labor sino que fue parte de una serie de artículos (que se publicaron entre el 4 y el 24 de julio, casi a día seguido) para informar las actividades del Alcalde de Guayaquil en el mes de la ciudad. De allí su título: ‘Nebot, entre tarimas y ofertas’. Otros títulos de esa misma serie fueron: ‘Nebot inauguró 4 escuelas y recorrió el Guasmo’ (13 de julio), ‘Alcalde Nebot entregó 1.057 títulos de propiedad’ (15 de julio), ‘Nebot no pedirá dinero al Gobierno’ (17 de julio), ‘Nebot: Habrá sanción si Interagua no cumple’ (18 de julio).Al Ministro se lo mencionó en la nota del 19 porque ese día estuvo junto al Alcalde. Con el mismo espíritu, los demás días se mencionó a otras personas que hasta la fecha no se han quejado.Aun así, ese mismo 19 de julio nos escribió la asesora de Comunicación del Ministro para informarnos del malestar del secretario de Estado y para invitarnos a que hagamos un “gesto de reconocimiento” de las “buenas acciones” de Raúl Vallejo.
Por las razones expuestas, consideramos que el reclamo no tenía fundamentos, pero respetuosos de la crítica ajena informamos de esa carta el 21 de julio bajo el título ‘Ministro pide se resalte su trabajo con Nebot’.Para nuestra sorpresa, aquello también disgustó al Ministro, que ahora nos acusa de emplear un título “tendencioso” y de usarlo “como un pretexto para priorizar la confrontación”.Hubiese sido útil que el Secretario especifique dónde encontró ese supuesto ánimo nuestro de “confrontar”. ¿En el titular, que destaca el pedido del Ministro de que se resalte su buena relación con el Alcalde? ¿En el texto de la nota, que se limita a reproducir la carta de su asesora? ¿O en la foto, que muestra al Alcalde y el Ministro en un gesto muy caballeroso entre ambos?
El Ministro nos critica también porque en esa misma página se incluyó otra nota sobre la publicación de un libro suyo.El hecho ocurrió cuando Raúl Vallejo era ministro de Educación en el gobierno de Alfredo Palacio y consiguió que la entidad que posee los derechos de edición de ese libro le dé la autorización correspondiente, siendo que ese derecho se les había negado antes a otros escritores. Al Ministro ese trato preferencial le parece normal y lo atribuye a su destacada carrera literaria. Lamentamos no coincidir, por mucho que reconozcamos sus méritos como escritor. Uno de los mayores problemas del país es que los funcionarios públicos constantemente les piden a los ciudadanos e instituciones privadas un trato especial, lo que constituye el mejor caldo de cultivo para posteriores abusos.
Respuesta al ministro Vallejo (II)
Pero aun si eso no fuese suficiente, ocurrió además que las invitaciones al lanzamiento del libro en Guayaquil (que se realizó el día anterior a nuestra nota) fueron cursadas en papelería del Ministerio de Educación y a través de su departamento de Prensa. Fue todo eso lo que le dio actualidad y valor noticioso a ese asunto, y por eso lo publicamos.De tal modo que no ha habido mala fe con el Ministro, ni hemos manipulado las noticias sobre su gestión, ni mucho menos hemos querido afectar su buen nombre.
Pero como el Ministro necesitaba darles más piso a tan frágiles críticas, nos acusa también de ser un diario de oposición. ¿Con qué pruebas? Que pusimos en primera plana el alza de precios de algunas medicinas y solo en la página once la reunión del Presidente con algunos emigrantes en España.Es fácil entender que la primera noticia se refiere a la salud de millones de ecuatorianos y la segunda a un acto proselitista del Gobierno, que aprovechó un viaje pagado por los contribuyentes para hacer propaganda de sus candidatos. No tenemos ninguna duda de cuál fue en aquella ocasión la noticia importante y cuál la secundaria.
El Ministro agrega también que solo publicamos cartas contra el Gobierno. Pero cualquier lector podrá comprobar que eso no es cierto si revisa las ediciones de los últimos meses, donde hay varias cartas publicadas a favor del régimen. Debemos reconocer, eso sí, que en general a nuestra redacción llegan pocas cartas que aplauden la gestión del presidente Correa, o vienen acompañadas de insultos y agravios o sin firma de responsabilidad. Aun así, expurgamos los epítetos para publicar las misivas que sean rescatables.
Lo que el Ministro sí pudo haber argumentado es que Diario EL UNIVERSO ha criticado muy severamente a este Gobierno. Pero en ese caso le habríamos respondido que lo mismo se ha hecho con el Alcalde, el Prefecto, los diputados, los dirigentes de los distintos partidos políticos, etcétera. Nunca privilegiamos a ningún actor político sobre los demás. De todos señalamos sus logros y sus desaciertos. No es casual que muchos mandatarios y políticos de distinta tendencia, sobre todo en años recientes, se hayan expresado sobre EL UNIVERSO en términos incluso peores a los que ahora utilizan el ministro y el presidente Correa.
Digamos finalmente que el Ministro nos hace varias sugerencias que no podemos acoger. Nos pide, por ejemplo, que tomemos “la iniciativa en la búsqueda y producción de noticias esperanzadoras” (el destacado es nuestro). Solo podemos responderle que noticia es lo que ocurre en la realidad. Si se trata de buenas noticias, tanto mejor. A diferencia de lo que mucha gente cree, los lectores sí quieren leer sobre acontecimientos positivos. Pero rara vez ocurren en nuestro mundo político, y no es tarea del periódico fabricarlas o “producirlas”.Por último, el Ministro nos propone que identifiquemos ideológicamente a las personas que escriben artículos de opinión en nuestras páginas: este es liberal, el de más allá conservador, el otro socialista, y así.Semejante sugerencia es imposible de aplicar. El Ministro, por ejemplo, se considera “socialdemócrata”; pero eso no aclara nada porque habría que preguntarle de qué línea: ¿la de Tony Blair, la de Raúl Alfonsín o la de Lula?
Pero además es una propuesta que revela un método político intolerante, el mismo que emplea este Gobierno: obligar a las personas a que se encasillen en cierta ideología para luego ubicarlas como aliadas o enemigas.La prensa, naturalmente, no puede caer en semejante error. ¿Nos toca a nosotros decidir qué filiación tienen Javier Ponce, Walter Spurrier, Nelsa Curbelo o el mismo Raúl Vallejo? ¿Es que acaso somos jueces del pensamiento ajeno?
Nuestra única misión es abrir las páginas de EL UNIVERSO a la mayor cantidad de tendencias posibles. Son los lectores los únicos con derecho a juzgar ese pensamiento.
Diario EL UNIVERSO
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